El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni asegura que el Gobierno decidió invertir en la educación y las áreas sociales, cuando otros gobiernos le quitaron financiamiento. Advierte que se está mucho mejor, pero falta para “el paraíso”
Alberto Sileoni es desde hace tres años ministro de Educación de la Nación, pero está en la gestión educativa del Gobierno desde 2003, cuando acompañaba a Daniel Filmus. A casi diez años de un nuevo modelo, Sileoni hace un balance de la evolución en materia educativa.
«Es muy positivo, creo que en la historia de la Argentina hemos tenido una década infame, con gobiernos neoliberales y esta es una década ganada en materia de políticas sociales, con una gran cantidad de políticas que han llevado adelante el gobierno de Néstor Kichner y posteriormente Cristina Fernández. En materia educativa no tengo dudas del avance de la educación en estos últimos años, en términos de porcentajes de escolaridad, en el censo 2001 y 2010 donde se advierten que el sistema educativo ha crecido en todas sus niveles, el inicial significativamente, el nivel primario menos, porque es un nivel prácticamente satisfecho y un nivel secundario con todas las dificultades. Allí tenemos un desafío, no solo en cantidad de alumnos, sino en cantidad de alumnos egresados en tiempo y forma. También hay un 22 por ciento más de alumnos universitarios», enumeró en una entrevista concedida a este medio.
“Algunos dan como naturales algunas cosas como la inversión, que alcanza al 6,40 por ciento del PBI, y nosotros preferimos a la expresión ‘se invirtió o no se invirtió’. Prefiero meterle un verbo que indique una acción, se decide invertir o no se decide invertir. Sino pareciera que son hecho naturales que ocurren como la lluvia. En alguna época del país se decidió no invertir. Llegamos al 6 por ciento del PBI hace menos de dos años, eso es interesante de advertirlo cuando hay otros que relacionan inversión con falta de resultados. Recién llegamos a esa inversión hace menos de dos años. Hemos reconstruido la escuela pública”.
«En políticas públicas nunca hay un óptimo fijo, no se si algún día podemos llegar al paraíso. Todavía nos falta, el día que habremos satisfecho las cuestiones del secundario tendremos otros desafíos por delante, Estamos significativamente mejor.
¿Cómo evalúa el impacto del Conectar Igualdad?
Sobre el programa Conectar Igualdad los que siempre trasmiten desaliento, primero auguraban que no iba a ocurrir. Cuando hay más de 2 millones de netbooks circulando por las escuelas, no pueden negarlo y ahora dicen que no sirve demasiado o que distraen a los alumnos, cuando es un programa que trae enorme dignidad para cada uno de los chicos. La gran mayoría no puede acceder a esa herramienta por los recursos familiares, ahí esta el Estado achicando una brecha, claro que la pueden usar para el esparcimiento, no es el fin primero, el fin primero es pedagógico y cada vez hay más utilización pedagógica. ¿Eso mejora o no la escuela secundaria? Por supuesto que mejora, es un gran proceso que la mejora, hay 1500 escuelas nuevas que van a ser 1800, hay más de 500 mil chicos que están en escuelas nuevas, esos chicos están recibiendo una educación de mejor calidad.
Se planteó una educación de 190 días de clases, hay provincias que no pueden hacerlo, Misiones esta intentando, pero algunos gremios se oponen dicen que no llegan…
Son algunas resistencias, quizás entendibles, pero me parece que hay una decisión de la sociedad entera. Nos habíamos desafiado a cumplir 180 días y esa fue la primera ley del Néstor Kichner y el ministro Filmus. Garantía salarial y 180 días de clases, porque también allí hay una clave. Primero te tenes que desafiar a llegar a los 180 días porque sino, no hay un piso, pusimos un piso que nos costó llegar, cumplimos los 180 días y hace dos años nos dijimos los ministros -en su momento Hugo Passalacqua y ahora Luis Jacobo, tiene una tarea excelente en el Consejo Federal construyendo políticas con nosotros- vamos a hacer un calendario que tienda a los 190 y en eso estamos, tomando algunos días de febrero y extendiendo un poco las clases en diciembre.
Los gremios están planteando algunas dudas sobre el tema del Fondo del Incentivo Docente, que haría falta una nueva ley o mayor financiamiento…
Está el fondo en el presupuesto 2013 y se va a ratificar, tendremos que discutir salarios el año que viene. En eso llevo tranquilidad porque el Estado en este momento tiene una inversión en lo que es salario de la educación obligatoria de más de 5 mil millones de pesos a través del fondo, a través de la garantía, y son financiamientos que van a continuar.
¿Por qué se le pone tanto énfasis a la educación secundaria y especialmente a la educación técnica?
Porque a partir de la nueva ley de educación que fue construida con el aliento de nuestro gobierno, tradujimos una necesidad social y un deseo de los argentinos de que sus hijos vayan trece años a la escuela.
Entonces, somos la primera generación como argentinos que decidimos que nuestros hijos vayan trece años a la escuela. Trece años es primaria y secundaria, en general son seis y seis, alguna provincia todavía tiene el viejo esquema de siete y cinco, pero no importa eso. Primaria y secundaria, doce años más la sala de cinco años que es la educación inicial.
El gran desafío de la Argentina de finales del siglo XIX, la ley 1420, nos llevó 75 años llegar a que todos los argentinos tuvieran el primario, recién llegamos hacia 1960 a que todos los argentinos tuvieran el primario. Ahora nos estamos desafiando a que todos tengan el secundario porque los tiempos lo exigen, porque la condición humana lo exige, el autoconcepto y la autoestima de las personas lo exige, porque la corporación al mercado laboral lo exige, porque queremos que no solo terminen el secundario sino que después tengan alguna experiencia terciaria o universitaria. Entonces hoy el desafío es la escuela secundaria, nos cuesta más que otras porque obviamente tenemos menos tradición, porque la escuela secundaria tiene un ADN selectivo a que naturalmente no nació para ser como la primaria universal. Ahora la estamos convirtiendo en universal, entonces cuesta. Se va haciendo una presión ascendente sobre los sistemas educativos y eso siempre es una buena noticia, y porque tenemos más problemas en la escuela secundaria. Hay una alta tasa de cobertura, junto con Chile la más alta de la región con un 82%, pero tenemos una tasa de egreso menor. El 44% egresa en tiempo y forma, hace cinco años egresaban en tiempo y forma 5% menos, el 39%. Por eso estábamos con una campaña en todas las escuelas secundarias “Ponele título a tu secundario”, queremos que terminen, instamos a las escuelas a no se nos queden en el camino.
¿La deserción cómo se combate?
Con mejoramiento de la formación docente. Todo construye una dimensión que ayuda a sostener a los chicos en la esuela.
Se lanzó un plan para fomentar el estudio de Ingeniería
Es un signo de los tiempos. Nosotros y la Presidenta lo que quiere decir es “nos gustan todos”. Nos gustan los abogados, los poetas, los sicólogos. Lo que es cierto es que para esta Argentina productiva hay algunos profesionales que son estratégicos, que los necesitamos para el desarrollo nacional. Más de 30 especialidades de ingeniería. Necesitamos más ingenieros. La Presidenta lo decía recordando a Florencio Sánchez, el siglo XIX y XX fue el siglo de “M’hijo el dotor”, que este siglo sea el siglo de “Mi hijo el ingeniero”. Necesitamos ingenieros en petróleo, en azúcar para las provincias azucareras, necesitamos en telecomunicación, en energía. Me decían en la provincia que con el puerto que estamos haciendo acá necesitaremos constructores de barcos.
Bueno una cantidad de cosas. Mejoramos mucho, hay cada vez más alumnos en ingeniería, tenemos nuestras becas Bicentenario, de ellas 12 mil están dedicadas a la ingeniería y vamos a poner dos mil más específicamente para ayudar a que los estudiantes avanzados terminen la carrera. Un dato impresionante: 28 mil estudiantes de ingeniería, alumnos avanzados abandonan la carrera y se van al mercado de trabajo porque les hacen ofertas que son imposibles de rechazar. Hoy tenemos un ingeniero cada 6700 habitantes, necesitamos uno cada 4 mil habitantes. Necesitamos 10 mil ingenieros nuevos todos los años y ese es un desafío.
Hay 944 científicos repatriados, cada vez más ciencia, más tecnología. Otra Argentina, cualquiera lo puede ver, se ve en esta provincia.
