Ya sumarían 100 en lo que va del año actual, los despidos en el complejo fabril de Alto Paraná Sociedad Anónima (Apsa) en Argentina, perteneciente a la firma chilena Arauco y Constitución, de la poderosa familia Angellini.
El diario La Nación lo informó así y agregó que los últimos 20 empleados cesados trabajaban en el sector limpieza de la fábrica de tableros de mediana densidad (MDF) de Puerto Piray, ubicada a 200 kilómetros al norte de la ciudad de Posadas. Según informaron fuentes empresarias, la medida se adoptó «por necesarios recortes presupuestarias». Las fuentes agregaron que podría haber más pérdidas de empleos antes de concluir el 2012, lo que causa preocupación en medios provinciales, por sus obvias consecuencias sociales en momentos en que persiste la sostenida inflación que golpea a los hogares más humildes.
En rigor, Apsa opera dicha fábrica de Piray, además de una procesadora de pasta celulósica en Puerto Esperanza, el aserradero San Jorge de Puerto Bosseti comprado al holding argentino Pérez Companc y alrededor de 180.000 hectáreas de bosques implantados con pinos y eucaliptus, de donde se extrae la materia prima. Llegó a generar aproximadamente 420 empleos directos y otros 3.500 tercerizados (indirectos), lo que en los últimos años dinamizó notoriamente la actividad económica de la zona Norte, departamentos Eldorado e Iguazú a la vera de la ruta nacional 12.
La compañía trasandina estaría desmantelando el sector de la manufactura de madera de Piray debido a la caída de la demanda externa, fuerte presión tributaria por parte de los Estados Nacional y Provincial -además de las retenciones a las exportaciones, el Gobierno misionero suma otro impuesto del 2,5% a productos de exportación- constantes reclamos gremiales por aumento de salarios mientras diputados locales vinculados con la renovación kirchnerista impulsan un proyecto de expropiación tierras de Apsa. El grupo Arauco ya envió equipos a Chile y de los tres turnos diarios, redujo su funcionamiento a uno. En total ya son seis las máquinas que dejaron de operar, agregó La Nación.
