La UNaM otorgará el primer doctorado Honoris Causa a Estela de Carlotto

Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron que ya recuperaron 107 nietos.

Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron que ya recuperaron 107 nietos.

El rector de la Universidad Nacional de Misiones, Javier Gortari señaló que el Consejo Superior aprobó ayer por unanimidad, otorgar el primer título de Doctor Honoris Causa a la presidenta de la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, por su lucha en la recuperación de la identidad de niños desaparecidos durante la dictadura. La distinción sería entregada el 30 de noviembre, durante la visita prevista por Carlotto a Misiones, dijo Gortari.


Javier Gortari, rector de la UNAM. Gentileza FM Universidad

Gortari consideró importante para la Universidad Nacional de Misiones por lo que representa Carlotto “en el tema de la lucha por la democracia y por los derechos humanos”.

Señaló que es el primer Honoris Causa que va a entregar la Universidad de Misiones, y recordó que la figura recién se incorporó a partir de la modificación del Estatuto que se hizo en la décima asamblea universitaria en mayo de este año realizada en Oberá.

El rector de la UNaM consideró que en términos nacional e internacional en cuanto a derechos humanos “es muy simbólico”, y se atendió como moción de la consejera Julia Giménez incorporar en los considerandos de la decisión esa distinción, en la cual «se está reconociendo el trabajo de las miles de mujeres, abuelas, madres, esposas argentinas y sobre todo misioneras que han quedado un poco invisibilizadas, pero salió en la sesión del Consejo Superior la historia de las luchas de las  madres, abuelas, mujeres en general de detenidos desaparecidos de Misiones que hicieron también el trabajo silencioso e invisibilizado intencionadamente por la prensa pero que fue muy duro y de muchos años».

Gortari explicó que en la lectura de los antecedentes se habla de los años de trabajo, «de la recuperación de los 107 nietos que permitió ese trabajo constante en 35 años de existencia , de lucha y trabajo y además lo que significó en términos de legislación, por un lado se aprobó por ley la construcción de un banco genético que permitió darle un contenido científico a la identidad de las personas, la posibilidad de hacer efectiva el derecho de la identidad de las personas».  (FM Universidad)

 

Con Pablo Gaona Miranda, las Abuelas de Plaza de Mayo ya recuperaron 106 nietos

Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron la restitución de la identidad a Pablo Javier Gaona Miranda, hijo de padres desaparecidos, quien se convirtió en el nieto 106 en recuperar su historia.

Pablo Javier Gaona Miranda, nació el 13 de abril de 1978 y fue secuestrado el 14 de mayo de ese mismo año, hijo de Ricardo Gaona Paiva -nacido en Paraguay- y de María Rosa Miranda, oriunda de Córdoba.

Durante el anuncio, realizado en la sede de Abuelas, su presidenta Estela de Carlotto leyó el comunicado en el que explicó que «Pablo Javier fue separado de sus padres al año de vida y hoy, después de 34 años, fue liberado de la mentira, después de haberse acercado el 29 de junio pasado con dudas acerca de su identidad».

«Inmediatamente fue derivado a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) para la realización del examen de ADN, y los resultados acreditaron su verdadera filiación», señaló Carlotto.

La titular de Abuelas de Plaza de Mayo explicó que el padre de Pablo, «Ricardo Gaona Paiva, nació en 20 de septiembre de 1956, militó en la Juventud Universitaria Peronista (JUP), estuvo detenido en la comisaría de Villa Martelli y en la cárcel de Olmos y a poco de recuperar su libertad se integró al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), al igual que su madre».

En este sentido, agregó que «en la militancia a ella la llamaban «Silvia» y a el «Paraguayo», además Ricardo trabajaba como encargado en un edificio en el centro porteño donde se mudaron con María Rosa y, luego, el 13 de abril de 1978 nació Pablo en el Hospital Rivadavia».

Según se leyó en el comunicado, los padres de Pablo fueron vistos con vida por última vez, «el 14 de mayo de 1978 cuando se dirigieron a Villa Martelli a la casa de los padres de Ricardo para festejar el aniversario de la independencia de Paraguay».

Carlotto informó que «hoy sabemos que el niño fue entregado a un matrimonio como hijo propio y el entregador fue un coronel retirado, primo del hombre que lo crió».

Además agregó que, «Pablo Javier siempre supo que no era hijo biológico aunque le contaban que lo habían traído de la provincia de Misiones y en 2001 empezó a preguntarse por su identidad, pero en 2008 manifestó sus dudas a la mujer que lo crió, quien le confirmó su sospecha: era hijo de desaparecidos».

«Hoy Pablo Javier se puede encontrar con sus tíos, primos y una abuela, que tiene 82 años y que siempre lo buscó», resaltó Carlotto, acompañada por el tío paterno de Pablo.

Por otra parte, en el comunicado, las Abuelas resaltaron que están cumpliendo 35 años de búsqueda, y «la lucha sigue siendo tan desesperada como al principio; con el agravante de que el tiempo se nos acaba pero el recambio generacional está asegurado».

Por último, remarcaron la importancia de que «la justicia haya demostrado que los nietos fueron víctimas de un Plan sistemático de robo de bebés, que fue posible por los militares pero también por la anuencia de la sociedad, que hoy nos acompaña y nos puede ayudar a encontrar a los nietos que faltan».

El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, afirmó que «recuperar la identidad de otro nieto es para el Estado Argentino, y para los militantes que tenemos vocación por la Patria, una alegría, porque hay otro argentino con el pleno goce de sus derechos, sobre todo a su identidad».

Fresneda, también agradeció «a la prensa por haber dado lugar durante mucho tiempo a las denuncias de las Madres y las Abuelas», y resaltó que «transitamos una Argentina de la verdad, desafiando la impunidad día a día, tal como fue la convicción de Néstor Kirchner y la es hoy en la presidenta Cristina Fernández de Kirchner».

Por su parte, el tío de Pablo Javier allí presente, agradeció especialmente «a todos los que me acompañaron en esta búsqueda, como la comunidad paraguaya y los compañeros del Movimiento Evita».

Durante la conferencia, también estuvieron presentes los nietos recuperados Victoria Montenegro, Francisco Madariaga y Tatiana Ruarte Britos, entre otros; los legisladores Remo Carlotto, y Gabriela Alegre; Marita Perceval, de la secretaría de Derechos Humanos; y Elsa Oesterheld, viuda del escritor Héctor Osterheld.

Carlotto, acompañada por Rosa Roisinblit, vicepresidenta de Abuelas, por su hija Claudia (presidenta de la CONADI), destacó que «aún nos falta encontrar a muchos nietos y entre ellos está el hermano de Martín (Fresneda)».

«Hoy es nuestro secretario de Derechos Humanos y lo acompañaremos en todo, porque además lo conocemos de chiquito, ya que su abuela Otilia Argañaraz es una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo en la provincia de Córdoba, ya somos una gran familia», concluyó Carlotto. (Telam)

Quién era Estela de Carlotto

Estela de Carlotto era una ama de casa sin ninguna actuación pública, con cuatro hijos, cuando en noviembre de 1977 fue secuestrada su hija Laura Estela Carlotto junto a su compañero, en momentos que gobernaba el país una dictadura militar llamada Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983) que había impuesto un régimen de terrorismo de estado.
Su hija Laura Estela Carlotto, estudiante de Historia de la Universidad Nacional de La Plata, pertenecía a la Juventud Universitaria Peronista, brazo universitario de la organización guerrillera Montoneros, al igual que su otra hija Claudia, y su hijo Guido Miguel.


El 5 de agosto de 1977 las fuerzas armadas secuestraron-desaparecieron a su esposo Guido Carlotto que fue liberado luego del pago de 40 millones de pesos (equivalentes a 30 mil dólares), luego de haber sido severamente torturado.
A fines de noviembre de 1977 fue secuestrada-desaparecida su hija Laura, quien se encontraba en Buenos Aires viviendo en la clandestinidad y que -sin que aún la familia lo supiera- se encontraba embarazada de tres meses.
Fue mantenida con vida en el centro clandestino de detención La Cacha, en la ciudad de La Plata, hasta el parto, producido en el Hospital Militar de Buenos Aires el 26 de junio de 1978.
El bebé, cuyo nombre para la familia es Guido Carlotto, de nacionalidad italiana y argentina, permanece desaparecido.
Carlotto hizo gestiones para la liberación de su hija, llegando a entrevistarse con el general Reynaldo Bignone quien años más tarde sería presidente de facto elegido por la cuarta junta militar de la dictadura).
Bignone le quitó toda esperanza de que su hija fuera a permanecer con vida. En abril de 1978 una compañera de cautiverio de su hija, que había sido liberada, le comunicó que su hija permanecía con vida y que se encontraba embarazada.
Poco después, en abril de 1978, Estela de Carlotto comenzó a participar en las actividades de las Abuelas de Plaza de Mayo.
El 25 de agosto de 1978 fue convocada por los militares y le fue entregado el cadáver de esa hija.
Estela de Carlotto comenzó entonces a buscar y exigir la aparición de su nieto y de los demás niños secuestrados-desaparecidos por las fuerzas militares durante la dictadura militar.
Con esa preocupación fue una de las fundadoras de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y su presidenta histórica.
En total se estima que unos 500 niños fueron secuestrados-desaparecidos durante la dictadura y que la gran mayoría de los mismos se encuentran con vida y en poder de personas que les han ocultado su identidad y que en muchos casos son autores, cómplices o encubridores del asesinato de sus padres biológicos.
Hasta el momento las Abuelas de Plaza de Mayo han encontrado 88 de esos niños (octubre 2007). (http://www.frt.utn.edu.ar/?s=noticia&id=56)

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