La víctima relató ante la Justicia cómo logró escapar de un prostíbulo de Entre Ríos

La joven, oriunda de la localidad de San Vicente fue trasladada engañada en el 2009 a Concordia Entre Ríos, donde trabajaría como niñera, pero fue llevada a un prostíbulo de donde logró escapar. El juicio por este caso comenzó en lunes en esa provincia. A sus captores, el presunto dueño y una “trabajadora” del cabaret “El Desafío”, se les imputa el delito de engaño y traslado de persona mayor de 18 años con fines de explotación sexual, tipificado en el Artículo 145 Bis del Código Penal.

 

 

El Tribunal está compuesto por Noemí Berros, Roberto López Arango y Lilia Carnero.

“Yo estaba en mi casa, en San Vicente (Misiones) cuando llegaron dos mujeres y un hombre en una camioneta verde. Una de ellas me dijo que era mi pariente. Me preguntó si estaba sola en la casa y le dije que sí. Me pidió que vaya a trabajar de niñera a Concordia, que allá se ganaba bien. Me subieron y me llevaron. Cuando llegué me di cuenta que era para trabajar en un cabaret y me escapé”, relató este lunes la joven misionera, que apenas cuenta 22 años, y de quien en esta nota se preservará su identidad real, pero se la denominará María. La muchacha fue captada en 2009. A cambio de su libertad, su madre habría recibido una suma aproximada a los 200 pesos. A sus captores, el presunto dueño y una “trabajadora” del cabaret “El Desafío”, se les imputa el delito de engaño y traslado de persona mayor de 18 años con fines de explotación sexual, tipificado en el Artículo 145 Bis del Código Penal.

 

(Por Natalia Buiatti, de Análisis Digital)

 

Este lunes pasadas las 10 comenzó un juicio oral por trata de personas en la capital entrerriana. La causa caratulada “Montiel Carlos D.A. y Silva Susana B. Infracción al Artículo 145 Bis del Código Penal”, lleva el número de expediente 2.206/11 y tiene como imputados a Carlos Darío Antonio Montiel, apodado Pito y a Susana Beatriz Silva, de sobrenombre Tuti. A ambos se los acusa del delito de captación y traslado de persona mayor de 18 años con fines de explotación sexual. Además, a Montiel se le imputa la función de regenteador y administrador del cabaret “El Desafío” de Concordia.

 

El Tribunal a cargo de Noemí Berros, Roberto López Arango y Lilia Carnero, oyó el relato de la víctima, quien con una marcada dificultad para expresarse debido a su condición social, contó cómo la engañaron, le dijeron que la llevarían a trabajar de niñera en Concordia, la subieron a una camioneta verde y la trajeron a Entre Ríos. Una vez acá, le dieron “ropa corta”, tal como describió y le indicaron que debía tener relaciones sexuales con hombres a cambio de comida y ropa. María logró escaparse cuando una de las mujeres que estaban en el cabaret la invitó a “salir a comprar”. Huyó, corrió y llegó a la casa de un matrimonio, cerca del cabaret. Allí la recibieron los dueños de casa, le dieron de comer y la llevaron a la Terminal de Concordia donde compraron pasajes para que pudiera volver a su domicilio de origen. En la estación de ómnibus encontraron a un policía. María le contó lo sucedido, y el agente la llevó a la Comisaría Quinta de la ciudad donde le prestaron asistencia y originaron la causa que por estas horas llegó al debate oral y público.

 

Según informó el Tribunal, el debate que pasó a un cuarto intermedio se reanudará este martes a las 9.30, último día de testimoniales. En tanto, vale destacar que la Fiscalía está a cargo José Candioti; la defensa de Montiel es ejercida por José Ostolaza y la de Silva por Mario Franchi.

 

María, la chica que logró escapar del prostíbulo

 

María es una joven de apenas 22 años. Viene de una pobreza marginal extrema. Nunca fue a la escuela, pero contó que sabe firmar. Tiene serios problemas para poner en palabras lo que piensa y le cuesta comprender lo que le preguntan. A los 12 tuvo su primer hijo, un varón que ahora tiene 10 años y tampoco asiste a un establecimiento educativo. Luego llegaron tres chicos más: una nena de 6, un varoncito de 2 y otra pequeña de 1 año y 2 meses que este lunes también compareció ante el Tribunal. Ella no sabe dónde está el papá de sus niños. Nunca más lo vio.

 

En 2009, cuando fue captada, tenía apenas 19 años. Trabajaba en la “tarefa” es decir, en yerbatales. “Quebrara yerba”, acotó. Vivía en la casa de su madre, en San Vicente, Misiones, donde además habita su padrastro. “El no me quería en esa casa. Siempre me corría de ahí”, confió la muchacha.

 

La joven relató que Tuti, es decir Susana Silva, un día “llegó a mi casa para cuidar a mi bebé y me llevó con ella. Fue con un hombre medio gordo y petiso (Pito Montiel, administrador del prostíbulo “El Desafio”). Ellos me dijeron que yo iba a cuidar criaturas en Concordia, que allí se ganaba bien. A Tuti no la conocía de antes, pero aseguró que era mi pariente. Me subieron al auto”, indicó.

 

Del suceso fue testigo una vecina, “la señora Carmen”, quien aseveró a la Justicia que dos semanas antes había visto a los imputados en la camioneta verde, hablando con la madre de María. Por la libertad de la joven, su familia habría recibido una suma de 200 pesos.

 

Durante el viaje a María no le dijeron una palabra. “Cuando llegué me di cuenta que era para trabajar en un cabaret. Allí había una señora rubia, mayor, una polaca que me dio ropa corta, una pollerita. Me dijeron que era para trabajar con los hombres. Esa misma señora me invitó a salir a comprar y ahí fue cuando me escapé. Corrí”, asentó la joven que frente al estrado cargaba a su pequeña hija.

 

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