Fuerza adhesiones Moyano para huelga

Hugo Moyano buscará garantizarse adhesiones para la huelga nacional que prevé lanzar junto con la CTA de Pablo Micheli. Con ese objetivo, el camionero reunirá todos los sindicatos de su CGT en un Comité Central Confederal, un ámbito que se suele denominar el “parlamento de los trabajadores”. El camionero resolverá esa convocatoria mañana, durante un encuentro de Consejo Directivo de la central opositora.

A diferencia de los últimos pasos que dio en la política, que le generaron discusiones internas, la decisión de Moyano de lanzar un paro nacional recogió hasta ahora adhesiones mayoritarias. Cerca suyo dijeron que la campaña hasta la realización de la medida de fuerza, prevista por ahora para fines de noviembre o principios de diciembre, apuntará a sumar a trabajadores de los gremios encuadrados en la CGT oficialista, que lidera Antonio Caló.

El Confederal debería reunirse la semana que viene para dejar un lapso de tiempo hasta la concreción de la huelga. En mayo, cuando el camionero encabezó la última asamblea –antes de que quedara sellada la ruptura con el otro sector- hubo 130 sindicatos que participaron. Para la nueva convocatoria se prevé que habrá menos gremios: varios de los que estuvieron en mayo terminaron por integrarse a la central de Caló.

Aunque el paro está resuelto, Moyano aguardará hasta el Confederal para formalizar la fecha y las consignas. No tanto por mero protocolo sino para exhibir un marco de adhesiones con mayor nivel de consenso y como advertencia al Gobierno.

La expectativa por la posible participación de trabajadores de gremios de la otra CGT está cifrada en que la bandera central del paro será el rechazo al impuesto a las Ganancias. Es que el gravamen afecta a muchos de esos sindicatos, como la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el de mecánicos (SMATA), los mineros y los petroleros. También se incluirán demandas por la suba y universalización de las asignaciones familiares y mayor caudal de fondos para las obras sociales.

Se trata de las mismas consignas que sostienen Caló y sus aliados. Desde su constitución como nueva central, el 3 de octubre, los dirigentes de ese sector recibieron múltiples señales positivas del Gobierno pero ninguna medida de las reclamadas. Por caso, fueron recibidos por Cristina de Kirchner y, la semana pasada, por el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina. En ninguna de las audiencias, sin embargo, hubo adelantos de eventuales anuncios.

A lo sumo, hubo contactos con dirigentes puntuales cuando el viceministro de Economía, Axel Kicillof, sugirió que era inminente un cambio en Ganancias de entre el 20 y el 22%, como informó este diario. Luego de ese comentario el Ejecutivo cerró sus canales de negociación privada con los sindicalistas.

La falta de respuestas desde entonces causó incertidumbre en un sector que creó una nueva CGT con la expectativa de recuperar el diálogo que Moyano había perdido con el Gobierno. Este miércoles habrá un Consejo Directivo de la central en la sede de SMATA, en donde se prevé que los dirigentes reclamarán una audiencia con la jefa de Estado.

También para esta semana esperan concretar una reunión con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Pero no abrigan expectativa alguna, a partir de las experiencias que recogieron de los encuentros con Abal Medina y, previamente, con la superintendente de Servicios de Salud, Liliana Korenfeld.

Los sindicalistas admitieron estar frente a una encerrona: juzgan inviable lanzar advertencias al Gobierno a apenas un mes de la formación de la CGT pero al mismo tiempo detestan ceder el monopolio del reclamo a Moyano.

 

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