El misionero Rubén Orestes confía que «en diciembre» se va a recuperar a la Fragata Libertad

«No se perdió una guerra, estamos tratando de recuperar la Fragata», dijo el cabo principal Rubén “Pepo” Orestes (38 años), quien volvió a la Argentina y está feliz por haberse reencontrado con su familia, pero lamentó que la Fragata Libertad se haya quedado en Ghana. El misionero oriundo de San Vicente pero criado en Andresito, hace 17 años que está en la Armada y éste era su tercer viaje que le dejó “un sabor amargo”, aunque “estamos para cumplir órdenes”, dijo. Expresó que mantiene la esperanza y confía que en diciembre va a volver a buscar la nave insignia histórica. “Lo más lindo sería ver entrar a la Fragata en el Puerto de Buenos Aires, es el anhelo de todos, confío plenamente que se resolverá todo, hay que darle tiempo a la Justicia y creo que dentro de los plazos establecidos volveremos a tener a la Fragata nuevamente en Buenos Aires”.


Rubén Pepo Orestes, marinero misionero que tripulaba la Fragata Libertad. Radio Libertad

Rubén Pepo Orestes, cabo principal de la Fragata Libertad. Radio Libertad

Desde Buenos Aires, en diálogo con radio Libertad de Posadas relató que fue muy emotiva la partida de los 281 pasajeros de la dotación que tenía orden de regresar a la Argentina y otros países vecinos. “Hay cosas cuando se pierde se siente de diferente manera, el recuerdo que me llevo de ese momento que estuvimos a punto de subir a los micros para retornar, estar formados los 281 pasajeros de dotación y ver a 44 amigos como hermanos que se quedaban a bordo cantando la marcha de la Armada, se nos hacía un nudo en la garganta porque no podíamos de la emoción, es algo que nos toca muy de cerca de lleno, hablo como militar y amo mi trabajo”.

 

La historia de la retención del barco

Orestes recordó que el arribo al país africano fue normal, “pero al segundo día nos comunicaron la situación y nos chocó un poco, teníamos la esperanza que en breve se solucionarían pero con el transcurso de los días se complicó y nos íbamos enterando a través de la familia, los diarios y el Comando no tenía suficiente información, estábamos como si estuviéramos en cualquier puerto y tratábamos de seguir la rutina del servicio”.

«Pero no se perdió una guerra, estamos tratando de recuperar la Fragata y desde acá lo que podemos hacer es dar mucha fuerza a los compañeros que quedaron allá cuidándola», agregó.

El marinero contó que de allánadie quería volver, «hacía 8 meses que estábamos juntos, pero es una decisión y estamos para cumplir órdenes. Allá quedó un grupo reducido de 44 personas y el resto estamos para darle un apoyo desde acá y en diciembre volver y traerla nuevamente al territorio argentio».

Había 9 misioneros a bordo del barco, Orestes es nacido en San Vicente y vivió su juventud en Andresito, tiene su hijo de 8 años y su esposa y «estoy feliz de estar con ellos».

 

Hace 17 años vive en Buenos Aires y hacía cuatro años no viene a Misiones, donde tiene hermanos, hermanas, sobrinos. “Allá soy más conocido como Pepo”, dijo desde Buenos Aires a radio Libertad.

 

Cómo fueron esos días en Ghana

Orestes recordó que allá se movieron en total libertad, «el trato de la gente era muy amable, humilde, no tuvimos ningún tipo de problemas, hacíamos la rutina diaria que era trabajar de mañana y a la tarde íbamos a la playa o al shopping en grupos organizados y teníamos horario para regresar». Dijo que la comunciación siempre la tenían con Internet, no se conseguía teléfono, y compraban tarjeta con el celular.

Admitió que no tiene conocimiento de quién decide el itinerario de la nave. “A mí en su momento me dijeron te toca la Fragata, fui con orgullo para cumplir y el viaje y el itinerario quien decide no es de mi conocimiento”.

El tripulante insistió que «lo más lindo sería volver a ver entrar a la Fragata en el Puerto de Buenos Aires, es el anhelo de todos, confío plenamente que se resolverá todo, hay que darle tiempo a la justicia y creo que dentro de los plazos establecidos volveremos a tenerla nuevamente en Buenos Aires».

 

Ya vivió situaciones parecidas

El marinero Rubén Orestes contó que ya vivió situaciones parecidas navegando por el mundo, en ’98 y en el ’99. «En el 99 tuvimos una situación parecida antes de pasar el canal de Panamá, «no podíamos cruzar porque tenían miedo que les embargue y tuvimos 5 días en Cartagenas de India, hasta que nos autorizaron a cruzar por el Canal de Panamá para venir por los canales fueguinos».

En el 2005 hizo la campaña Antártida «nos quedamos en Belgrano 2 al sur de todos, quedamos 15 días enterrados en el hielo y ahora me toca esto, es como dicen tener un pingüino a bordo y uno lo toma con un poco de humor, pero estamos para cumplir un servicio”.

 

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