El licenciado en criminalística y especialista en tránsito, Raúl Enrique Zajaczkowski sostuvo que una de las medidas urgentes para mermar la cantidad de accidentes de transito es que las autoridades de aplicación exijan el cumplimiento de las leyes vigentes. A ello sumó la necesidad de controles más rigurosos incluso cuando se renuevan las licencias. Explicó en Radio Libertad que tanto en la ciudad como en las rutas misioneras “todo es imprudencia”.
Raúl Enrique Zajaczkowski, licenciado en criminalística y especialista en tránsito. Radio Libertad
Zajaczkowski dejó en claro que conducir no es lo mismo que manejar. Explicó que saber conducir implica tener el dominio del vehículo en distintas situaciones. “Cuando un conductor va a pasar a otro auto necesita en promedio entre 4 o 6 segundos teniendo en cuenta los metros del vehículo a sobrepasar. Esta ecuación falla y por eso la mayoría de los accidentes se produce cuando se intenta un adelantamiento”, añadió.
Sostuvo que a la imprudencia de los seres humanos se suma la falta de controles mías rigurosos inclusive cuando se renuevan las licencias donde sólo se realiza un examen de la vista cuando en realidad debería volver a comprobarse la pericia del conductor. “El tránsito en la ciudad es un descalabro y lógicamente no se puede esperar otra cosa en nuestras rutas”, dijo.
Consultado puntualmente por los conductores de motocicletas, expresó que se deberían realizar pruebas mucho más severas al momento de otorgarles las licencias ya que es notable la actitud corriente que demuestra “que juegan con su vida, circulando por la izquierda, o sin casco o realizando constantemente maniobras prohibidas”.
“Estamos mal y vamos peor. Hay que aplicar la ley vigente y tanto las autoridades de aplicación como los agentes deben dar el ejemplo. Muchas veces los vehículos oficiales son los que transgreden las normas no utilizando los cinturones de seguridad o estacionando en lugares prohibidos. Hay que dar el ejemplo con criterios de justicia y respeto por las normas vigentes”, sentenció.
