Las madres solas con hijos a cargo se duplicaron en los últimos 25 años en la Argentina

Nélida Centurión crió sola a sus dos hijos. Sigue soltera, trabaja y estudia.

Nélida Centurión crió sola a sus dos hijos. Sigue soltera, trabaja y estudia.

La proporción de madres solas con hijos a cargo se duplicó en los últimos 25 años, pasó del 6,7 en el año 1985 al 14,7 % en el 2010. Esas madres que asumen su maternidad en solitario son las que presentan las mayores tasas de participación laboral y son las principales sostenedoras económicas de sus hogares, pero también quienes mayores problemas tienen para insertarse en puestos de trabajo de calidad, según un informe del Observatorio de la Maternidad de la Argentina.

 

Entre otras causas mencionadas, ello ocurre porque la precariedad y la informalidad laboral se convierten en importantes instrumentos de conciliación entre el trabajo y la familia, ya que la mujer jefa de hogar es la principal y muchas veces la única responsable de la manutención económica de su familia y del cuidado cotidiano de sus integrantes.

Según el OMA es recomendable instalar un nuevo modelo social en el que los aportes que las familias realizan a la sociedad, con la crianza de los hijos y el cuidado de otros miembros dependientes sea valorado. Se trata de reconocer los cuidados –tradicionalmente denominados ‘funciones maternas’- como un derecho social básico cuya satisfacción constituye una responsabilidad social que debe ser compartida entre mujeres y hombres al interior del hogar, pero también entre el Estado, el mercado y la sociedad.

 

Del estudio se desprenden los siguientes hallazgos principales:  las familias monoparentales tienen la particularidad de integrar madres solteras o progenitores viudos, otras son más novedosas, padres y madres separados o divorciados.

 

«Monomaternalidad»

El 85,9 % de las jefas y jefes de hogares monoparentales de 14 a 49 años relevados por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) son mujeres solas con hijos a cargo, y solo un 14,1 % son varones. Se trata entocnes de una realidad femenina, de allí que se utiliza en muchos casos el término de monomaternalidad para referirse a situaciones en la que una madre es responsable de la atención y cuidados cotidianos de sus hijos o hijas en soledad.

 

En los últimos 25 años se duplicó la proporción de hogares monoparentales femeninos con presencia de hijos, en 1985, el 6,7 % de las madres se hallaban sin una pareja estable, mientras en 2010 lo están el 14,7 %. Hoy esas familias se originan principalmente como resultado de la separación o divorcio y la maternidad en soledad.

Entre las madres, se duplicó la proporción de las que están divorciadas o separadas (en 1985 el 4,1 % de las mujeres con hijos estaban solas mientras en 2010 lo están el 8 %) y se quintuplicó la proporción de madres solteras (pasó de 0,8 % en 1985 % a 5,4 % en 2010), aunque su peso relativo es menor.

 

Las madres solteras tienen más participación laboral

Las madres solas con hijos a cargo tienen una participación laboral muy superior a las que conviven con un cónyuge cotidianamente: ocho de cada diez madres solas están insertas en el mercado de trabajo, mientras que cinco de cada diez madres unidas o casadas lo están.

Según el OMA esto es así, porque las madres en hogares monoparentales no disponen de posibilidades de elegir, si trabajar de manera remunerada o dedicarse exclusivamente al cuidado de los hijos. Ellas precisan una retribución monetaria, puesto que sus necesidades son perentorias.

En especial, eso sucede entre las madres solteras, quienes, a diferencia de las separadas, divorciadas o viudas, no cuentan con ningún apoyo económico pensión del padre de los niños.

El 83,2 % de las madres solteras están ocupadas y sólo el 3,3 % desocupadas, en comparación al 78,9 % y 6,1 % de las separadas o divorciadas, respectivamente, y al 73,8 % y 10,1 % de las ciudades, respectivamente.

 

Son de sectores más vulnerables

Los hogares monoparentales son más frecuentes entre las mujeres de sectores vulnerables que padecen situaciones socioeconómicas desfavorables: viven en hogares monoparentales con hijos –porque se separaron o divorciaron, quedaron viudas o son madres solas- el 30,9 % de las madres indigentes, el 17,8 % de las que están en situación de pobreza, y el 13,5 % de las no pobres.

Pero, en la actualidad este tipo peculiar de organización familiar se ha extendido entre las mujeres de sectores medios y medios altos: el 65,1 % de las madres separadas o divorciadas, el 62,8 % de las viudas y el 50,6% de las solteras no son pobres.

Se recalca una distinción entre las madres que están solas porque han disuelto un matrimonio anterior y las que está solas porque nunca se han casado. Las primeras se reclutan principalmente en los estratos medios (el 65,1 % de ellas no son pobres); las segundas pertenecen al segmento más carenciado del espacio social (son pobres el 49,4 % de estas).

 

Qué es el OMA?

La fundación OM es un centro de estudios sin fines de lucro, cuya misión es promover el valor social de la maternidad. El objetivo es aportar soluciones creativas y de implementación factible, a fin de mejorar la calidad de las políticas públicas y privadas dirigidas a las madres, sus hijos y sus familias. El fundador y presidente es Pablo Roviralta.

 

Una madre sola, o un padre solo. La llamada “familia monoparental”. Es decir sin el otro cónyuge a su lado para hacer frente a los distintos roles, actividades y aspiraciones individuales, tales como el cuidado cotidiano de los hijos, las responsabilidades laborales y el desarrollo personal.

 

Los hogares monoparentales son el tipo de familia que más ha crecido en al menos las últimas tres décadas, expansión que se relaciona con el incremento de los divorcios y separaciones conyugales, la viudez, y la maternidad y paternidad entre mujeres y hombres solteros.

   (ampliaremos)

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