Como el día en que fue baleado Gustavo Salinas (21), ayer nuevamente miembros de su familia y allegados, tiraron piedras contra el local del barrio San Gerardo (ex Pam) donde trabajaba el agresor y sus empleados colombianos.
Familiares y allegados a Gustavo Salinas, joven de 21 años herido a balazos, reaccionaron horas después de que la Justicia ordenara la liberación de los siete colombianos supuestamente vinculados a la agresión. Apedrearon nuevamente un local del barrio San Gerardo de Posadas, donde los sospechosos fabricaban muebles.
Ahora la lupa de los investigadores está puesta en un hombre argentino de unos 50 años, quien era el patrón de los colombianos. Según testigos, el domingo por la tarde, el tirador se había bajado de una camioneta negra marca VW Amarok, frente a su local de muebles ubicado en la esquina de la avenida Blas Parera y calle 64. Por el lugar pasó Gustavo Salinas y el empresario lo acusó de haberle robado, en dos ocasiones, muebles y otros elementos costosos del interior del local. Salinas negó ser al autor del hurto , aunque posteriormente le devolvió al hombre una radio, la cual había sido sustraída aparentemente por “amigos”. Posteriormente, intercambiaron insultos y cuando Salinas estaba sobre el asfalto, recibió un primer disparo en la rodilla. Una vez en el suelo, el agresor se acercó y le dio dos tiros más en la misma pierna derecha. Una mujer que reside en las inmediaciones dijo que el empresario incluso le dio varias patadas más a Salinas. “Este señor estaba convencido de que ese muchacho y sus hermanos le habían robado, por eso lo amenazó y le disparó sin dudar”.
