En pleno desfile de colegios, una chica a los gritos avisó a policías que le robaron el teléfono celular, y a los pocos minutos un joven mayor de edad, fue detenido. Más de 300 efectivos de las diferentes dependencias de la Unidad Regional I custodiaron las cuatro noches de la fiesta estudiantil, cuyos desarrollos trascurrieron sin conflictos. El estricto operativo, reforzado por miembros de la nueva división de Infantería, fue la clave.