Reflejos de Caracas

Escribe Juan Carlos Argüello, jefe de Redacción de Misiones On Line.

La avanzada opositora que salió de la Argentina para hacer campaña y “controlar” las elecciones en Venezuela volvió con la cabeza gacha y un papelón encima. No solo violaron la ley electoral venezolana y la veda que respetaron medios y candidatos de allá. El papelón fue grande, porque los dirigentes del macrismo y el radicalismo, festejaron anticipadamente una derrota del “populismo”, que, aspiraban, sirviera como ejemplo y aliciente en Argentina. Uy, uy, uy, uy, uy… Gana Capriles! se mofó Federico Pinedo desde su cuenta de Twitter y, con mayor “incormación”, Patricia Bullrich completaba: “52,8 Capriles, 47,2 Chávez». Finalmente Hugo Chávez ganó con casi el 55 por ciento de los votos y Capriles alcanzó el 44,55 por ciento. Nada despreciable, pero poco para los deseos de la corriente conservadora en toda la región.

Esa corriente conservadora no entiende por qué ganó Chávez y tampoco se preocupó por auscultar la realidad venezolana. Se conformaron con el relato que hicieron desde la CNN hasta los grandes medios de Argentina, en los que Chávez estaba en decadencia, se temía por la violencia, la inseguridad y la inflación en ese país. Enviados especiales desde Argentina intentaron trazar en todo momento un paralelismo entre Caracas y Buenos Aires y “chavista” pasó a ser un adjetivo calificativo que serviría para despreciar al oficialismo en la Argentina.

Pero lo cierto es que Chávez mejoró, entre otras cosas, la inclusión social. Los indicadores de pobreza extrema han evolucionado positivamente. Hubo una expansión de la inversión pública en programas sociales por lo que millones de venezolanos marginales tienen hoy en el Estado un aliado para aspirar a una vida un tanto mejor, con vivienda, educación y acceso a la salud. Fue inédito el alto porcentaje de electores en un país donde no es obligatorio ir a votar y todos los observadores internacionales destacaron la transparencia de los comicios en un país que se quiere mostrar como una “dictadura”.

Ese “chavismo” no se mostró, porque no les interesa o, porque en definitiva, es lo que distingue en mayor o menor medida a los gobiernos que se pusieron felices por el triunfo del Comandante. La oposición esperaba la victoria de Capriles, detrás de quien se aglutinó el antichavismo para importar el modelo a la Argentina y esperanzarse con un liderazgo similar de ¿Macri?.

Se puede pensar distinto y hasta oponerse, pero no se puede desconocer el trasfondo. Chávez no ganó por casualidad. No obtuvo 55 por ciento de los votos por nada. Tampoco Cristina ganó por mera superposición de astros. Algo han cambiado en las realidades de ambos países para que sean ratificados. No entender eso y más aún, menospreciarlo, es no estar a la altura de los tiempos.

Esa miopía opositora, interesada o no,  se traslada a todos los países de la región. Es una oposición que no discute con el Gobierno, sino que busca su caída, con cacerolas en Argentina, golpes o intentos de golpe como en Honduras, Ecuador o Bolivia o desplazamientos “democráticos” como en Paraguay. Como encarnan pensamientos políticos en los que las bases sociales no tienen demasiada cabida, no les importa tampoco conquistarlos.

No es casual que Mauricio Macri haya viajado a España para reunirse con Mariano Rajoy, a quien lo une una “larga amistad”. Macri es un espejo de Rajoy y hay que mirar a la España de hoy como un reflejo del pensamiento del intendente porteño. El presidente español se hizo un tiempo en su apretada agenda para recibir al alcalde apenas días después de que miles de personas se manifestaran contra el ajuste y pidieron “que se vayan todos”, como ocurrió en la Argentina de hace algunos años, devastada por las políticas neoliberales de los 90 que estallaron en el helicóptero de De la Rúa.

Entender la lógica política actual parece una ardua tarea para la oposición. En Misiones hubo un cruce dialéctico que sirve para contextualizar ese debate.

El nuevo presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, aprovechó la inauguración de la expo bovina para disparar por elevación a la Nación y exigir que se eliminen las retenciones que afectan al campo y que “el Estado no está administrando bien”.

No se fue sin una respuesta. “Debemos entender los roles de cada uno. En una mesa de diálogo, con cualquier sector y el Estado, las partes no son iguales, porque una representa un interés sectorial y otra debe velar por el general. Si además planteamos desde el discurso una posición ideológica enfrente a lo que sabemos que hoy es la posición del Gobierno, que se podrá estar de acuerdo o no, pero tiene el apoyo del 54 por ciento, la mesa de negociación está trabada. Plantear que se está en contra conceptualmente de las retenciones, en este momento, es un error. Si hoy usted desfinancia al Estado sacando los impuestos a la soja, no duramos dos días. Hoy el sector sojero tiene una enorme rentabilidad”, replicó el gobernador Maurice Closs, en una enfática defensa del modelo que permite distribuir recursos de la soja a las provincias y municipios, además de sostener las arcas.

La preocupación de Etchevehere por las retenciones no parece reflejarse en la realidad.

Si se cumplen los pronósticos, la soja volverá a marcar en la campaña 2012/2013 un nuevo récord de siembra, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires que estimó en 19,7 millones de hectáreas el área con la oleaginosa.

Las quejas sobre la rentabilidad del campo por las retenciones tampoco parecen tener demasiado asidero, más que acumular superganancias. En mayo de 2013, cuando ingrese al mercado la cosecha argentina de soja, se pagará u$s 532,6 por cada tonelada, lo que a una producción estimada en 5,5 millones de toneladas implica ingresos por u$s 29.293 millones.

Con este resultado, la valuación de uno de los mayores recursos con los que cuenta la Argentina para mantener o mejorar sus ingresos por impuestos y su balanza comercial será 32 por ciento  superior al resultado de la magra cosecha de 2012. Lo mismo pasa con el maiz, que tiene una temporada histórica por la venta de 600 mil toneladas a Estados Unidos. En cuanto a las carnes, al margen de las políticas de abastecimiento del mercado interno para contener los precios, la caída de las exportaciones no obedece únicamente a eso. La Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina advirtió que en los últimos meses los principales compradores europeos redujeron la demanda (y los precios) de cortes cárnicos argentinos de manera notable.  La CICCRA señala que la participación del consumo interno en la oferta total de carne vacuna pasó de 89,7 por ciento en el periodo enero-abril de 2011 a 92,3 por ciento en el primer cuatrimestre del presente año 2012. De hecho, en agosto, último dato disponible, hubo un leve incremento de las exportaciones, especialmente cortes Hilton hacia Chile e Israel.

Misiones contrapone al reclamo de los grandes terratenientes un modelo de economía familiar agrícola que son la base para el objetivo del autoabastecimiento de alimentos.

“Para nosotros, tengo la plena convicción, la economía familiar agrícola, que algunos trasnochados en los 90 pensaban que era un problema para los misioneros, creo que es una enorme oportunidad”, destacó Closs en la inauguración de la fiesta de las Ferias Francas.

La percepción no es equivocada. La secretaria de Desarrollo Social y Agricultura Familiar, Carla Campos Bilbao, reveló desde Jardín América que “en el Mercado Central de Posadas, de lo que comercializaba en el 2006 -2007, solo el 17 por ciento del volumen comercializado era de origen misionero”.

“Hoy cerca del 70 u 80 por ciento de lo que se comercializa es de origen provincial. Ese es un objetivo para compartir, y que es uno de los números que siempre comparto con nuestra Presidenta y también con las autoridades de otras provincias. Hemos logrado aquí y en otros lugares que el 40 por ciento de los productores que trabajaban para su propio autoconsumo y autoabastecimiento ya están teniendo un resto y están teniendo saldos de comercialización o incorporados en alguna instancia diferente de comercialización como es la Feria Franca, el Frutas para Todos, como son los mercados locales de las provincias”, explicó.

En Posadas, en el Mercado Concentrador recientemente inaugurado, algunos datos confirman la tendencia.

En el primer mes se comercializaron un  promedio de 10.000 kilos de lechón con un precio de venta es entre 20 y 30 pesos. También se  comercializó un promedio de 400 media res de 100 kilos. Los precios de ternera y novillos van desde 19 hasta 40 el kilogramo y un volumen de venta de 120.000 cajones con un promedio de 18 kilos, es decir, que se comercializaron 2.216.000 kilos de producción frutihortícola.

Los precios son entre un 10 y un 20 por ciento más bajo que en cualquier comercio y se fijan en base a estudios de mercado realizados de manera quincenal en supermercados, verdulerías y ferias francas. La fijación de precio se realiza en común acuerdo con los productores y el Mercado, con una ganancia equitativa para todos los que intervienen en la cadena.

 

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