Un hombre de 34 años, por celos, tiró al piso a su mujer y la pateó y golpeo con el puño y con un palo de escoba.Cuando iba a ser detenido, le dio un mordiscón a un efectivo.
Enfermo de celos, un hombre de 34 años atacó salvajemente a su mujer y cuando la policía llegó a su casa, se resistió al arresto, atrincherándose con su pequeña hija discapacitada, a la cual sujetó violentamente a pesar de estar recién operada. Posteriormente, le mordió a uno de los efectivos en medio de un forcejeo. Ocurrió en el barrio Bicentenario de Posadas.Claudia, de 33 años, llevó a su hijo al jardín de infantes, como es habitual, y el regreso a su domicilio se retrasó, debido a la demora del colectivo urbano. La víctima sabía lo que le esperaba, pero aún así, se dirigió a su domicilio, donde se encontró con lo peor.No hubo explicación válida para el pastor evangélico Siliaco P. (34), quien como desde hace ocho meses, volvió a cargar violentamente contra su pareja; primero de manera verbal: “Seguro estuviste con otros hombres”, le comenzó diciendo el agresor.Posteriormente, el pastor empujó y tiró al piso a su mujer y la siguió atacando con golpes de puño y un palo de escoba.Gritos y pedidos de socorro se oían desde dentro de la casa, por lo cual, varios vecinos dieron aviso a la Policía, ya que al descontrolado pastor ni siquiera la presencia de sus hijos lo detuvo.
Dramático
Una vez que la Policía llegó al domicilio, el irascible sujeto se resistió a ser arrestado y tomó violentamente a su pequeña hija discapacitada como escudo, quien además estaba recién operada.En medio del dramático momento, el sujeto tomó la Biblia y leyó unos versículos, pero siempre con ánimo amenazante.Finalmente, por lo menos entre cuatro efectivos, forcejearon con el pastor, quien mordió y arrancó un pedazo de piel a uno de los uniformados.El detenido tiene dos causas, una por violencia familiar y otra por resistencia a la autoridad.
Calvario de meses
Según testigos, la mujer convive con Siliaco P. (34) desde hace 13 años. Fruto de la relación nacieron sus dos hijos.Una mujer narró que por lo menos hace un año, el pastor demostraba su lado religioso y de buen vecino, del portón de la casa para afuera y su conducta violenta dentro de las cuatro paredes de una vivienda donde ya había desesperación y mucho temor por parte del ama de casa de 33 años.La causa por violencia familiar sigue abierta, y desde ahora se investigará los últimos episodios de agresión que tuvieron que padecer la mujer y sus hijos.
