Desde el primer día de agosto y durante todo el mes los pueblos originarios del noroeste argentino realizarán, al igual que otros habitantes autóctonos de los Andes Centrales de la América del Sur, una ancestral ceremonia que consiste en ofrendar tributos en honor a la Pachamama o Madre Tierra, como forma de agradecimiento por proveerlos de alimentos y otros elementos necesarios para la subsistencia.
La milenaria costubre, que se realizará en el marco de una espectacular e irresponzable explotación y uso de los recursos naturales, sirve para recordar a todos los habitantes del planeta de la urgencia de comenzar a extraer y utilizar de manera inteligente y mesurada los recursos que brinda la Tierra, ya que como recientemente advirtió un destacado grupo de científicos: «…el ecosistema terrestre está seriamente afectado y nos encontramos en un punto de inflexion o no retorno como consecuencia del llamado cambio climático. Situación que estamos provocando entre todos, pero claramente con distintos niveles de responsabilidad -agregando que- …si ésta actitud no se modifica, la situación será totalmente irreversible y absolutamente evidente en muy pocos años».