Exitoso estreno de Don Quijote

La famosa obra de Cervantes cobró vida en el Teatro Lírico del Centro del Conocimiento. Herman Cornejo, uno de los mejores bailarines del mundo, fue la estrella de una noche inolvidable. Hoy a las 20 su segunda y última participación.

 

Salida de la genial cabeza de Miguel de Cervantes, la historia pudo haber inspirado algún culebrón de la tarde televisiva.  Basilio, un barbero joven y humilde, lucha por el amor de Kitri, una doncella de cascos veloces que está a punto de ser entregada envuelta para regalo a las manos de un desagradable pero acaudalado personaje. Basilio simula un suicidio y allí aparece la magia del valeroso hidalgo Don Quijote, que convence al padre de que respete al amor por sobre el oro.

 

Una obra universal interpretada por las principales compañías de ballet del mundo, y nuestra ciudad tuvo el privilegio de contar en  el estreno de la obra con la presencia de uno de los más renombrados bailarines del mundo. Herman Conejo reside en la ciudad de Nueva York y, como se podrán imaginar, tiene la agenda de actuaciones sumamente apretada. Pero hay veces que los planetas se alinean, las voluntades se suman y la suerte acompaña. “Ante el llamado de Laura, hace ya varios meses, no dudé en venir. Aunque  no lo crean, no me invitan mucho de Argentina, y la oportunidad de bailar ante ese público y de paso visitar a mi madre, fueron razones muy fuertes”. Tan fuertes fueron que Herman se tomó un vuelo directo de Seúl a Nueva York, cambió de maleta y se embarcó rumbo a Buenos Aires, de donde viajo directamente a nuestra ciudad.

 

Tanta vorágine debe generar algún conflicto físico, y Herman, en una cordial entrevista, no duda en reconocerlo. “Sí, afecta bastante. Llega un momento en que le cuerpo se comienza a acostumbrar al maltrato y uno se olvida, pero luego el músculo y la energía comienzan a pasar factura. Además, soy un amante de conocer nuevas culturas, y eso implica salir mucho y probar la comida local. Todo eso afecta al cuerpo”. Herman, de todos modos, no parece preocuparse mucho por ello, se lo nota distendido y con una humildad que impacta.

 

¿Cómo se hace para no perder el equilibrio ante los continuos (y merecidos) elogios de la crítica  y público?  “Eso tiene mucho que ver con la familia. Nunca me creí el mejor bailarín, hoy sigo pensando que tengo que trabajar en cosas. Siempre trato de superarme a mí mismo, no a otros bailarines. Soy un ser humano como cualquiera, en el escenario estoy dos horas, pero el resto del día soy una persona como cualquier otra.

 

ARGENTINA, CANTERA DE BAILARINES

Jorge Don, Julio Bocca, Maximiliano Guerra, Cornejo, la Argentina no para de sacar bailarines con gran proyección internacional, y eso es bueno, pero muestra una falencia. “La escuela argentina tiene muy buenos maestros, la lástima es que uno tenga la necesidad de salir al exterior para cumplir los sueños y realizarse artística y profesionalmente. Pero lo bueno de esa necesidad de salir es el conocer otras culturas para, después, regresar al país y  mostrar todo lo que uno aprendió y conoció”.

 

A pesar de vivir muy lejos, la fama de Tinelli no le resulta extraña, y la participación de su colega Pikín en Bailando por un Sueño, tampoco. “Conozco muy bien a Pikin, y eso le queda perfecto. El siempre fue un bailarín muy abierto a querer hacer cosas nuevas y no quedarse con lo clásico. Obviamente uno puede pensar que se baja de nivel el ballet clásico, pero cada cosa se presta para cada cosa. Creo que lo que está haciendo Pikin está muy bien para Tinelli, y que la gente que conoce el ballet clásico sabe lo que es eso sobre un escenario, con los trajes y toda la puesta en escena. No lo veo como que denigre el arte ni a él, simplemente  vive el momento y está haciendo una fama increíble. Pero el que verdaderamente popularizó el ballet y logró quitarle la fama de ser algo sólo para los ricos fue Julio Bocca, el es el gran responsable de que el ballet se haya vuelto tan popular.

 

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