Luis Garay pidió a los policías que le compraran cigarrillo de “primera marca” y como no los recibió, se molestó y dijo que se iba a quitar la vida. Efectivos evitaron el suicidio.
Un detenido pretendía que los efectivos de la seccional Séptima de Villa Cabello le compren para su consumo “cigarrillos de primera marca” y al no recibirlo se molestó y amenazó con ahorcarse. Para evitarlo, reforzaron la seguridad de su celda. Luis Garay purga una condena por homicidio y gozando de su libertad condicional cometió un robo y fue a parar nuevamente tras las rejas.Luis Horacio Garay aprovechó su libertad para cometer un robo en Posadas y cayó detenido en la seccional Séptima, situada en Villa Cabello. Además, el reo ya había sido denunciado por amenazas a un despensero quien no le quiso “regalar” cigarrillos.Desde un primer momento, Garay pidió un “trato especial” por su condición de condenado. Ya el pasado lunes por la noche había manifestado que estaba “deprimido” e insistió con su desvinculación del robo.El martes, aproximadamente a las 20, solicitó a los efectivos de turno que le compraran “cigarrillos de primera marca” para su consumo. Al no recibirlos por parte de los policías, Garay gritó “me voy a ahorcar”.Automáticamente los uniformados de turno tomaron las medidas para evitar el suicidio del reo y reforzaron la seguridad de Garay.
Antecedente
A principios de este año se conoció el caso de un joven que fue hallado ahorcado dentro de un calabozo de la comisaría Decimotercera, también de Posadas. Para los investigadores se trató de un suicidio, teniendo en cuenta que el preso, quien había sido detenido horas antes por una discusión doméstica, se colgó utilizando su propia remera. La víctima, identificada por la policía como Gabriel Angel Verón, de 28 años, fue hallado en la madrugada del 4 de enero a las 5.30, por personal de la citada seccional que realizaba una ronda de rutina. El reo se hallaba sin vida y no hubo nada que hacer, de acuerdo a la información oficial. Según el reporte de los uniformados, el detenido se había enrollado su propia remera alrededor del cuello y luego había atado el otro extremo en una de las rejas del calabozo.
