Habrá comercios que pagarán menos por el impuesto a la cartelería

La decisión de modificar los valores que debe pagar cada comercio por el cartel que exhibe fuera de su negocio, provocó la reacción de los comerciantes que sin buscar precisiones, decidieron tapar los frentes y darle a la ciudad una nueva postal. 

Confusión, desinformación, hartazgo, malestar, todos estos calificativos podrían encuadrarse dentro de la polémica que generó la suba en el impuesto a la cartelería en Posadas.

Hasta acá se supo que ese malestar hizo que la ciudad ofrezca una nueva postal, la de los carteles tapados con lona, pintados, “enlutados”.  Hasta acá, se informó que la suba en términos generales era mínima, de 84 pesos, a 105 pesos el metro cuadrado en la zona 1, la más cara.

Pero lo que no se dijo, es que de los casi ocho mil comercios empadronados, sólo pagaban ese dinero 400, que abonaban todos por igual, sin importar el lugar donde funcionaba el comercio. Y claro, de 84 pesos a 105 pesos parece una suba ínfima, ahora de 0 pesos a 105 pesos, la discusión cambia.

La Ordenanza modificada es la 2964/11 de noviembre del año pasado referida a los derechos e impuestos a la publicidad y propaganda. El artículo 200 de esa norma incluye también como publicidad y propaganda paga a las que figuren incluso dentro del local comercial, las que están pegadas en las vidrieras y puertas y clasifica a la cartelería por zona, tipología frontal simple, frontal iluminado, marquesina.

En la zona 1 figuran las 3 avenidas hasta la Costanera inclusive, la avenida Uruguay, Quaranta y Ruta 12 hasta la Garita y Quaranta hasta el arco. La zona 2 son las demás avenidas no mencionadas anteriormente y la zona 3 el resto de la ciudad.

Los valores de acuerdo al cuadro comparativo de régimen anterior y vigente son los siguientes: Cartel frontal simple el metro cuadrado, antes 84 pesos, ahora 105 pesos por año en la zona 1. En la zona 2, 73,50 pesos y en la zona 3, 52,50 pesos.

El cartel frontal iluminado el metro cuadrado antes 84 pesos, ahora 140 pesos por año en la zona 1, en la zona 2, 98 pesos y en la zona 3, 52,50 pesos. Finalmente una marquesina simple, antes un comerciante la pagaba por año 84 pesos, ahora en la zona 1, vale 140 pesos, en la zona 2, 98 pesos y en la zona 3, 70 pesos.

Cabe mencionar también que los autos ploteados (aquellos que tengan la inscripción del comercio o rubro para el que fueron puestos a circular) tendrán que abonar 91 pesos el metro cuadrado, los taxis 126 pesos y los colectivos, 231 pesos.

 

La particularidad de cada caso

Desde la Cámara de Comercio e Industria de Posadas, consideran que el reclamo no solo se centra en el impuesto, sino en la pesada mochila que deben cargar por los incrementos en los valores de los alquileres, Ingresos Brutos, luz, agua, bajas ventas y subas salariales.

Ricardo Romero un comerciante del microcentro, por mencionar algunos ejemplos de los tantos que se escucharon desde el inicio de esta polémica, expresó: “No estamos en contra de una actualización de costos, el problema es que cambiaron las reglas de juego. Para el pequeño comerciante es un costo altísimo porque hoy se encuentra con el problema de que tiene que contratar un ingeniero matriculado, un electricista matriculado. Al cambiar los requisitos hay que presentar planos, se necesitan firmas de arquitectos, es decir si quiero mantener una marquesina iluminada debo gastar más de 1.500 pesos para la presentación de la declaración jurada solamente”. Sin embargo pese a la queja de este comerciante la propia CCIP informó que de la carpeta técnica se encarga la municipalidad, el propietario lo único que debe hacer es reempadronarse y presentar una nota de solicitud del trámite.

Carlos Palombo ejemplificó su caso: “nosotros tenemos nueve locales, este calculo lo ha hecho un profesional, yo pagaba 6 mil pesos por año y ahora paso a pagar 34.200 pesos aproximadamente”. 

 

El director de Rentas de la municipalidad, Martín Celestino, consideró que la norma busca además del fin recaudatorio, establecer seguridad, y un equilibrio entre los que más y los que  menos recaudan.  “Cuando se modificó la ordenanza a finales de 2011, lo que se cambió es la tipología de los carteles. Anteriormente se cobraba el mismo valor para todo tipo de carteles, entonces en función a eso y en función a la actividad y a la capacidad contributiva, que es un principio básico del derecho tributario, se estableció el nuevo régimen  de publicidad y propaganda por zona, y se cambió la tipología de los carteles. Ahora no va a ser lo mismo pagar un frontal simple que una marquesina. Uno de los objetivos fundamentales de la norma a parte de tener fin recaudatorio es el de seguridad técnica en la instalación de esos carteles. Por más que esos carteles estén tapados, hay que ver si tienen la debida autorización. Para instalar un cartel necesitás ahora presentar un expediente con la parte técnica firmada por un profesional y una vez cumplimentados los requisitos, se te aprobaba la instalación”.

Por su parte, el consejero de la Cámara de Comercio, Alvaro Rubio, admitió que quizás haya un cierto desconocimiento por parte de los comerciantes y pidió que se acerquen a solicitar información.

La CCIP presentará un informe a la Municipalidad a fin de que se puedan contemplar alternativas, como un aumento escalonado del impuesto de acuerdo a la inflación, o que la denominación de los comercios no esté grabada como publicidad o propaganda, es decir, que el nombre del local y el rubro por ejemplo: “Farmacia Cruz Roja”, no sea considerada publicidad dado que no lo es, sino un identificador de rubro, salvo que el nombre del local esté ubicado en otra parte de la ciudad, por ejemplo en la Costanera.

Diego Barrios, tesorero de la Cámara, admitió que las conversaciones que mantienen con la Municipalidad hasta el momento no dieron los resultados que se esperaban, aunque consideró que es la única salida para buscar soluciones a los reclamos.

 

En dos meses, 70 por ciento menos de ventas

El negocio del armado de carteles también asegura sufrir las consecuencias del impuesto. Ariel, diseñador, encargado de presupuesto en Belloni Carteles, se expresó “muy preocupado” por la fuerte caída en los pedidos. “A nosotros esto nos está hundiendo, en dos meses cayó 70 por ciento la venta y pedidos de carteles. Es una cadena, porque no se dan cuenta (la Municipalidad) que no somos solo nosotros los perjudicados, porque al no vender inevitablemente habrá reducción de personal, y ya afecta a diseñadores, herreros, proveedores de caño y chapa”.

La empresa es una de las que más pedidos recibe por la fabricación e instalación de carteles en Posadas. Contrariamente a la ordenanza municipal, no discrimina por zona y la diferencia la marca el tamaño y tipo de cartel.

Por dar ejemplos, un cartel luminoso o Backlight con salida a la calle, cartel tipo bandera, cuesta 500 pesos el metro cuadrado doble faz, a eso hay que sumar la columna, las letras que pueden ser corpóreas a mano o polyfan, etc. Una marquesina sin luz tiene un costo de 200 pesos el metro cuadrado y los bastidores luminosos 400 pesos.

Distinto es el caso de los carteles de grandes dimensiones que se pueden observar en la Costanera. El precio que cobra Belloni para este tipo de instalación no es el de la fabricación, sino el de un alquiler mensual de aproximadamente 1.500 pesos, monto que el dueño del terreno le cobra a la empresa y que la empresa traslada a su cliente.

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