Caso Lieni: hallan sangre en la moto y detienen a un joven

Se trata de un joven de 18 años cuya moto tenía restos de sangre, que podrían ser de la víctima. El resultado de luminol fue positivo para las manchas que tenía el ciclomotor que había sido secuestrado días atrás en Puerto Esperanza. Ayer hubo una multitudinaria marcha reclamando el esclarecimiento del horrendo asesinato de la estudiante. 

Dolor. Los familiares y amigos recuerdan a Tati como una joven muy tranquila.

Dolor. Los familiares y amigos recuerdan a Tati como una joven muy tranquila.

La Policía detuvo anoche a un joven que estaría directamente vinculado con el asesinato de la adolescente Lieni Itatí Piñeiro en Puerto Esperanza. Se trata de un joven cuya moto tenía restos de sangre, que podrían ser de la víctima. Tiene 18 años, es del pueblo y sería conocido de la joven asesinada. Se trata de establecer si hubo otras personas involucradas.

 

El resultado de Luminol fue positivo para las manchas que tenía el ciclomotor que había sido secuestrado días atrás en Puerto Esperanza. Además, la fisonomía del sospechoso coincide con lo mostrado por las imágenes de una cámara de seguridad de un supermercado del lugar.

 

Anoche, los efectivos policiales realizaban nuevos allanamientos para encontrar más elementos que vinculen al detenido con el aberrante crimen que conmovió a la pequeña localidad de la zona norte. De la investigación participó el Poder Judicial, y la división Investigaciones Complejas, mientras que por directivas del jefe de la Policía de Misiones, se trasladó al lugar el comisario general Omar Amarilla quien encabezó las tareas, junto al director general de seguridad, de las que participaron la dirección Investigaciones, (Homicidios) y unidades especiales y la comisaría de Puerto Esperanza dependiente de la unidad regional 5. 

 

La detención se produjo después de que la Policía Científica analizara en Posadas el video de una cámara de seguridad de un supermercado en la que aparecía una persona en una moto con una acompañante que vestía una campera del mismo color que la que llevaba puesta la adolescente en la noche previa al crimen.

 

La imagen fue mejorada en la capital para poder acceder a los detalles que permitieron ver con claridad al hombre que quedó incomunicado y en las próximas horas declararía ante el juez de Instrucción III de Puerto Iguazú, Juan Pablo Fernández Rissi. De todos modos, por la complejidad del caso, podría demorarse la declaración, para seguir sumando elementos a la causa.

Anoche, los policías seguían realizando trabajo de campo para establecer más pruebas.

 

Marcha de la bronca

Entre testigos y demorados, por lo menos cien personas han comparecido ante la Justicia por el caso de Lieni Itatí Piñeiro, violada y asesinada brutalmente el pasado 11 de julio en Puerto Esperanza. Los últimos sospechosos, entre ellos el novio de una amiga de “Tati” fueron desvinculados de la causa. Ayer hubo una multitudinaria marcha de silencio en memoria de la estudiante.

La pista de los contactos telefónicos de Lieni Itatí Piñeiro llevaron a los investigadores a nuevos demorados, en calidad de sospechosos.  Uno de ellos corresponde a su entorno más cercano y se trata de un joven de aproximadamente 24 años, quien es novio de una amiga de la víctima.

El joven no tiene una moto como se había especulado al comienzo, pero sí un automóvil al cual se habría subido Tati al salir de la escuela, el miércoles 11 pasado después de las 21.30.

Esa hipótesis quedó descartada al quedar comprobado pericialmente que el muchacho no subió a nadie a su auto a esa hora y que no estaba en la zona del hecho en ese momento. Entre los contactos de Lieni figuraba otro joven de Andresito, quien al ser demorado tenía rasguños en su cuello. Posteriormente se estableció que la lesión era más reciente.

Se confirmó su desvinculación al igual que su amigo, ambos residen en el mismo municipio donde pudieron demostrar que estaban trabajando a esa hora.

 

«Era una joven tranquila»

Olga Ros, preceptora del bachillerato polivalente al que asistía Lieni Piñeiro en el turno noche, confirmó que había salido ese día a las 21.30.

“Al barrio Esperanza II, donde vivía Tati, no había micros y por eso se recomendaba que vuelvan caminando en grupos”, dijo Ros.

La víctima salió con su amiga Carolina desde la escuela y caminaron unas cuadras hasta que ambas tomaron diferentes rumbos.

La preceptora, quien estaba participando en la marcha, dijo que es un pueblo “muy tranquilo y nos conocíamos todos. En el colegio tenemos 405 alumnos con 10 divisiones, y es como que le conocíamos a cada alumno porque tratábamos de integrarnos y conocer lo que le pasaba a cada uno. Tati vivía muy lejos y tratábamos de cuidar que salgan todos juntos, pero ese día, lo que menos pensábamos era que eso iba a suceder”.

La preceptora señaló que la salida de Lieni antes de horario quedó asentada en el parte diario, según el procedimiento habitual. Se refirió a ella como “una chica muy tranquila, cualquier persona le dirá lo mismo, era paciente, en horas libres ella no era como los otros, revoltosos”.

“Mi hija caminaba varios kilómetros por las noches, desde la escuela hasta su casa, pero nunca elegía ese camino de tierra para ganar tiempo porque es muy oscuro el lugar”, dijo Piñeiro.

Un dolido y acongojado papá se refirió al angosto camino, rodeado de espesa vegetación, donde encontraron muerta a su hija.

 

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