En doloroso cortejo, una multitud despidió a Lieni

Consternación. Todo el pueblo acompañó a la estudiante a su última morada.

Consternación. Todo el pueblo acompañó a la estudiante a su última morada.

Todo Puerto Esperanza acompañó la despedida de la joven Lieni “Tati” Piñeiro, quien fue violada y asesinada de manera brutal. La familia reclamó celeridad en la investigación para hallar a los culpables. “Tenemos miedo porque le puede pasar a nuestros hijos”, coincidieron varios vecinos

Dolor. El padre de Leni no encontró consuelo a la hora de despedir a su hija.

Dolor. El padre de Leni no encontró consuelo a la hora de despedir a su hija.

Consternación. Todo el pueblo acompañó a la estudiante a su última morada.

Consternación. Todo el pueblo acompañó a la estudiante a su última morada.

En medio de escenas de inmenso dolor, desacostumbradas en el pequeño pueblo de Puerto Esperanza, casi todos los vecinos acompañaron el cortejo fúnebre de Lieni “Tati” Piñeiro, quien fue salvajemente violada y asesinada el jueves a la madrugada. El llanto se mezclaba con los pedidos de que aparezca el responsable del homicidio de la estudiante, que hasta el cierre de esta edición, no había sido aprehendido.

 

 

La caravana de despedida hasta su morada final fue larguísima. Partió desde su domicilio hasta el cementerio local, distante unos tres kilómetros.

 

 

«No me acuerdo de haber visto tanta gente acompañando de esta manera», señaló un antiguo vecino del lugar, consternado al igual que todo Esperanza. Una vez en el camposanto, primero junto a la cruz mayor, las muestras de dolor por parte de padres, familiares, vecinos de la localidad y compañeros del Bachillerato 20 (Tati terminaría sus estudios secundarios este año), fueron incesantes; pura impotencia ante tamaño crimen.

 

 

La joven fue encontrada a 1.500 metros de su casa semidesnuda, con pantalones y ropa interior baja hasta los pies, y su remera y una campera levantadas, con presuntos  signos de haber sido abusada sexualmente. Tati tenía seis hermanos: Mónica, Ramón, Diego, Elba, Hernán y Nicolás, quienes derramaron las últimas lágrimas antes del entierro.

 

 

El intendente Alfredo Gruber fue otro de los más consternados: «No sé qué decir. Nunca vimos una cosa así en nuestro pacífico pueblo. Deseamos que se aclare a la brevedad, y que quienes cometieron este hecho paguen su culpa».

 

 

Su hermano, el diputado provincial y ex alcalde, Gilberto «Pato» Gruber indicó que «estamos partidos los esperanceños. Haremos lo imposible para hallar a él ó los culpables. Esto no tiene que quedar impune».

 

 

Karyna González, tía de Tati expresó que “estamos desconsolados. Vine de San Vicente a despedir a mi sobrina. No tengo palabras, no hay explicación…»

 

 

Alejandro Silvero, vecino de Puerto Esperanza también se sumó a las muestras de dolor. «Estamos estupefactos ante este aberrante hecho. Nos sentimos impotentes y porqué no, con miedo también, ya que nos puede pasar a cualquiera”.

 

 

Reynaldo Doberstein, otro vecino de Puerto Esperanza indicó que “le judearon a esta pobre chica; ni a un animal se le hace esto. Estamos con el temor de que le pase a cualquiera de nuestros hijos”.

 

 

Sin datos del o los autores del crimen

 

A 72 horas del brutal asesinato de Lieni “Tati” Pineyro (18), el crimen que enlutó a Puerto Esperanza aún no tiene detenidos.  Hay muchos indicios respecto a las últimos momentos de la estudiante, quien al salir de la escuela por la noche ya no volvió a su casa, pero hasta el momento llevaron hasta dos jóvenes demorados y posteriormente desvinculados de la causa.

 

 

Hasta aquel municipio, junto al subjefe de Policía Hugo Orlando Amarilla, llegaron los efectivos de la división de Delitos Complejos para intensificar la investigación del crimen. Por lo menos tres allanamientos más se efectuaron ayer en diferentes barrios, incluso en las inmediaciones de las zonas de El Progreso y Esperanza, pero arrojaron resultados negativos.

 

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