“Quiero transmitir que nada se consigue a partir de la violencia”

La fiscal pretendía penas más duras contra Pombo, Amarilla y Mendoza.

La fiscal pretendía penas más duras contra Pombo, Amarilla y Mendoza.

Entrevista a Vivian Barboza, fiscal que actuó en los juicios por crimenes de lesa humanidad que se desarrollaron en Misiones. Se mostró conforme con las condenas dictadas contra ex jefe de la Policía Carlos Herrero y el ex jefe de la dirección de Informaciones, Felipe Giménez, por crimenes cometidos durante la última dictadura militar.

No perdió ningún juicio. Es temida por los acusados y respetada por sus colegas y adversarios. Tenía menos de diez años cuando se cometían los delitos que ahora  desmenuza al detalle para llegar a una sentencia de culpabilidad. Vivian Barboza es la fiscal que actuó en los últimos juicios por delitos de Lesa Humanidad y en todos, salvo el que se está desarrollando, por trata de personas.

 

Pese a haber obtenido dos duras condenas contra el exjefe de la Policía y el exjefe de la dirección de Informaciones en la misma fuerza, durante la última dictadura, no se siente conforme con las penas menores aplicadas por el Tribunal a otros efectivos y la absolución al médico Guillermo Mendoza.  Sin embargo, su trabajo fue elogiado por los organismos de Derechos Humanos y las víctimas que denunciaron los vejámenes y fueron testigos en la causa.

 

¿Qué sensaciones le quedan luego de conocer las condenas?

Absolutamente conforme con las penas de Giménez y Herrero porque fue casi lo que había solicitado esta Fiscalía. En lo que respecta a Pombo y Amarilla hay una distinta interpretación del Tribunal, que considero que tenía, en el caso de Amarilla, un grado de responsabilidad menor. Nosotros consideramos que tuvo una participación necesaria y el Tribunal consideró que tuvo una participación secundaria. De ahí es la distancia que hay entre el pedido de pena de la Fiscalía y la definitivamente dada por el Tribunal.

 

¿Cómo sobrelleva la responsabilidad de encarar una acusación en juicios con tanto impacto político y social?

El impacto a mi entender debe ser asumido con absoluta conciencia de la responsabilidad que se me ha encomendado en llevar adelante estas acusaciones. El probar los hechos como para poder acusar y que se llegue a una sentencia acorde.

 

¿Sabe que está escribiendo parte de la historia de Misiones?

De eso yo no tomo mucha conciencia, soy una mujer de trabajo, siempre me gustó estudiar, asumo con mucha responsabilidad cada caso que se me ha dado. Yo lo tomo como un caso más, sí soy consciente de la relevancia y repercusión social que tiene, pero no soy consciente de que sea parte de la historia. Misiones es la única provincia que tiene cuatro juicios culminados y con sentencias y condenas, ya que en los tres casos anteriores hubo condenas firmes, porque me notificaron que la Cámara Nacional de Casación Penal confirmó la sentencia dictada en el caso de Cuenca y Gómez, que era personal del Servicio Penitenciario Federal, lo cual es totalmente gratificante para esta fiscalía, porque indica que estamos haciendo bien las cosas.

 

¿Qué le dicen las víctimas después de los fallos?

 

En relación a este último juicio de lesa humanidad no tengo más que agradecimiento hacia todas las víctimas, que me han manifestado siempre su conformidad y que se sienten muy gratificados por el trabajo de la fiscalía. Se sienten reconocidos. Le dije a una de las hijas  de una víctima que lamentablemente ya no está, que trabajamos también para ellos, porque si bien representamos a los intereses generales de la sociedad, particularmente en estos casos, representamos a las víctimas también.

 

 ¿Cómo es la tarea de preparar  un caso tan grande como este y con tanto  impacto?

Son muchas horas de lectura, de armar un esquema de trabajo porque son tantos los datos,  la información que hay que manejar que si uno no concentra, es imposible llevarlo adelante. Es decir, con certeza fueron tantos los hechos, porque cado uno fue chequeado en cuanto a la fecha de su comisión, participaciones, testimonios que avalan, es un trabajo de horas y horas de escritorio.

 

Se empapa también de la historia de Misiones…

Cuando ocurrió todo esto, yo estaba con 9 o 10 años. Yo soy obereña de una familia muy tradicional que no tuvimos gente que hayan secuestrado, no se hablaba en mi casa de esto y no se habló nunca,  y recién ahora al tener que adentrarme en esto, de saber cuál fue la normativa, el contexto histórico que llevó a este tipo de hechos, pude conocer la historia misionera, de la existencia del Movimiento Agrario, la masacre de Oberá que no conocía, así que en todo sentido me resulta nutritivo.

 

¿Qué le pasa cuando los ve a los responsables siente algún rechazo, algún enojo…?

 

En un punto y sobre todo después de recibir los testimonios de las víctimas, es inevitable. Somos seres humanos, yo he dicho en mi  alegato  que es inevitable la práctica de la empatía, de ponerme en el cuero de muchas de las víctimas y decir ¿cómo puede un ser humano hacerle eso a otro ser humano? Uno mira inevitablemente con ojos de sorpresa desagradable a esta persona que se la está indicando como autor de terribles hechos.

¿Y cuando la critican?

Estoy preparada para eso, porque eso implica el ejercicio de esa función, mi familia por ahí no mucho, por eso se mantiene al margen, pero esa es la función que yo cumplo. Y la verdad es que no tengo presente que yo haya agraviado personalmente, porque lo mío es básicamente técnico.

 

¿Cómo es se equipo de trabajo?

Mis grandes colaboradores son el doctor Diego Ester, que  actuó como fiscal en esta causa y Pablo Di Loreto que actualmente es mi secretario en la fiscalía, con ellos formamos un buen equipo de trabajo que tenemos las mismas exigencias en cuanto al trabajo.

 

Ha tenido un rol preponderante también en los juicios por trata de personas…

Si, en todos excepto los de ahora porque yo estaba en este de Lesa Humanidad, en esa causa de trata interviene el fiscal Carlos Tesoriero y es con el tribunal de Posadas que todavía están en  recepción de testimonios. En los demás casos  he intervenido siempre yo, estoy subrogando las Fiscalía hace cinco años. Lo usual son nuestros juicios  por narcotráfico, contrabando y a partir de la sanción de la ley de Trata y al año siguiente  o año y medio  comenzamos a tener causas elevadas a juicio por trata de personas.

 

¿Misiones está a la cabeza en estos juicios?
Es así, pero no es para decir que es un mérito, lamentablemente habla de la vulnerabilidad de nuestras chicas, de la falta de trabajo que hay, y que hace que ese alto grado de vulnerabilidad las lleve a “elegir” esta opción de trabajo o a ser explotadas.

 

¿Cuáles son sus aspiraciones?

Yo me siento muy cómoda trabajando en el ministerio público fiscal, hace años que me desempeño como secretaria y hace cinco años que estoy a cargo de esta subrogancía. Ya he concursado otros cargos que están a resolverse. Tengo un espíritu de superación que me caracteriza desde chiquitita, aspiro a ser fiscal yo me siento cómoda como tal, me eduque, tengo estructurada mi cabeza en ese sentido, aspiro a ser fiscal titular.

 

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