Describieron al burdel donde menores eran explotadas

Ramón De Lara es uno de los imputados por el delito de trata de personas.

Ramón De Lara es uno de los imputados por el delito de trata de personas.

Los gendarmes que en 2010 habían allanado el precario local nocturno donde obligaban a menores a prostituirse, declararon ante el Tribunal Federal de Posadas.

El Tribunal Oral Federal de Posadas juzga a los proxenetas Ramón De Lara y María de Mora. En la continuidad del debate, gendarmes revelaron cómo era por dentro el prostíbulo de Irigoyen donde menores eran explotadas sexualmente y además en qué situación se encontraba la chica indocumentada que tenía un bebé de cuatro meses. Hubo un tenso careo entre un sargento y uno de los imputados. En el banquillo además, está como partícipe secundario del delito de trata, Gustavo Florentín Álvez.Los cuatro gendarmes que participaron de los allanamientos en la casa de Ramón De Lara y del burdel que administraba María de Mora, prestaron sus respectivos testimonios ante el Tribunal Federal conformado por los jueces Norma Lampugnani de Arce Mielnik, Manuel Alberto Jesús Moreira y Mario Hachiro Doi.El 26 de marzo de 2010, cerca de las 23,  efectivos de la Unidad de Procedimientos de la Gendarmería llegaron hasta la casa Arminda María de Mora, en Bernardo de Irigoyen. La acusada convivía con su hijo de unos 26 años y otra mujer quien tenía también otro hijo, estaban todos presentes al momento del operativo.El cabo primero Ignacio Coria relató que apenas expuso ante la mujer la orden de allanamiento, ingresó al inmueble y se encontró con que coexistían una vivienda familiar y un precario burdel.A los muebles y accesorios de un hogar tipo se le sumaban por lo menos tres mesas de pool, una fonola y un freezer repleto de bebidas. “También encontramos cuadernos con anotaciones como números telefónicos de chicas y cuentas de lo que se consumía dentro del local. Además, encontramos anotada la palabra ‘pases’, que se utiliza dentro de la jerga de los prostíbulos”.La incógnita de los efectivos sobre el sitio dónde eran explotadas las menores fue develada luego de varios minutos de búsqueda. Al fondo del local encontraron tres precarias piecitas, en una de las cuales estaba una chica que dijo llamarse “Mariela” quien estaba junto a su bebé de cuatro meses. La menor estaba indocumentada.Las pequeños cuartos, divididos por machimbres, estaban prácticamente al oscuro y cada una de ellos tenía su respectiva cama. “Al lado de cada cama había un tacho de basura que contenía profilácticos usados. Estaba todo muy desordenado”, narró Coria.

Tenso cruce

Esa misma noche fue allanada la casa de Ramón De Lara, quien está acusado de ser el líder de la red que captaba y reclutaba menores para luego ser prostituidas. Además de un revólver calibre 38, con cinco cartuchos en recámara. En la vivienda del imputado hallaron 19 envoltorios de marihuana que estaban en el baño.En la etapa de instrucción, De Lara había manifestado que el gendarme Alberto Jara le había puesto el estupefaciente en el baño para incriminarlo.Sin embargo, el propio sargento Alberto Jara negó categóricamente ante el tribunal la acusación del imputado. El fiscal Juan Carlos Tesoriero pidió un careo entre las partes, quienes se mantuvieron en sus testimonios.En medio del tenso careo, Jara reveló que cuando De Lara ya estaba detenido, lo amenazó de muerte.

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