Alumnos primarios que sufrieron la frustración de repetir los primeros grados expresan su desazón en testimonios recogidos por la Unicef, los gobiernos de Misiones, Jujuy, Chaco y Formosa y la Asociación Civil Educación para Todos (Acept).
«Yo repetí primero porque yo no sabía…. Porque yo tenía un libro, de un lobo era; y mi mamá me enseñaba un cuento, a mí me encantaba ese cuento, y mi mamá me enseñaba a leer ese cuento; y yo aprendí de memoria ese cuento, y pasaba adelante y leí rapidito, porque ya me lo sabía de memoria. Y yo fui tonta, porque le dije a la maestra `¡Maestra: me lo sé de memoria!» Y la maestra dijo, `venga para acá. ¿Qué letra está ahí?` Yo me quedaba y no sabía qué letra era, y no sabía tampoco, por eso me quedé (en primer grado). Es horrible, repetir de grado es muy feo, porque, o sea yo, por ejemplo, veía que mis compañeros avanzaban y yo me quedaba. Por ahí te ponés las pilas y salís adelante, pero ya no es lo mismo. Te cuesta estar con otros compañeros». (Adriana, Misiones).
«Yo triste, porque me empezaban a insultar y me decían `burro, burro, se quedó de grado`. Y después ahí…, ahí después… ellos también se quedaron…. Nosotros no les dijimos nada. Ellos también, tristes se quedaron, algunos compañeros». (Jorge, Jujuy)
Las entidades publicaron estos testimonios en el libro «Todos pueden aprender, testimonios para conocer, entender y actuar», fruto de su trabajo conjunto, desde 2003, para bajar los niveles de fracaso educativo en los primeros grados de la primaria.
Elena Duró, especialista en Educación de la Unicef, explicó a Télam que «los altos niveles de fracaso en los primeros grados de la primaria son fruto de una estrategia negativa naturalizada en esos años en éste y otros sistemas educativos de la región: la repitencia».
«Instalamos el debate sobre el fracaso tan amplio en los primeros grados y, más aún, en los más pobres, y pensar estrategias de enseñanzas eficaces para superarlo», explicó.
Según la especialista, «las falencias en la alfabetización de los chicos y chicas suelen ser los motivos más destacados por los docentes como causales del fracaso».
«Sin embargo, al investigar estas causas, nos encontrábamos que las razones estaban más centradas en debilidades del proceso de enseñanza y en estándares subjetivos -que ni siquiera respondían a los lineamientos curriculares- que motivaban activar la repitencia», relató.
«Una respuesta mecánica, tan fácil de aplicarla y difícil de revertir», subrayó.
Duro dijo que «los impactos negativos de la repitencia están corroborados en la mayoría de la literatura educativa especializada. Lo negativo es en primer lugar para el alumnos, pero también es una carga para las familias, para el sistema y también para los docentes».
La experta dijo que «los chicas y chicos que repiten los primeros grados suelen ser los que más tarde reiteran fracasos y terminan abandonando la escuela».
«Repetir se lleva como un estigma a lo largo de la vida educativa», remarcó.
Duro consideró que «eliminar la repitencia en los dos primeros grados, no solo es una medida que veo positiva y necesaria sino que significa responder a los núcleos de aprendizaje prioritarios fijados años atrás por el Ministerio de Educación de la Nación».
«Debe también entenderse que esto no es facilismo, sino que implica redoblar las exigencias en formación para los docentes, así como los niveles de responsabilización del Estado y de los docentes por lo que los chicos y chicas aprenden», advirtió.
Desde este año nadie repetirá el primer grado y se desató la polémica
