Es que el Estado financia la llegada de la competencia, pero la Asociación de Corredores suma exigencias y no es recíproco el apoyo. También causó malestar la negativa de algunos organismos a sumarse a la difusión.
En las últimas horas trascendió un fuerte malestar en el Gobierno provincial por la actitud de los directivos de la Asociación Corredores Turismo Carretera, la entidad encargada de organizar y fiscalizar a la categoría más popular del automovilismo nacional: el Turismo Carretera, que se correrá el próximo fin de semana en Misiones.
Es que el Estado se encarga de financiar buena parte de los costos de la competencia con una inversión de más de dos millones de pesos, pero la entidad tiene exigencias casi de estrellas de rock. Por ejemplo, mientras que el año pasado ocuparon 60 habitaciones del hotel Maiteí, este año decidieron mudarse a otros hoteles para “bajar sus costos”.
“El Estado pone muchos recursos para que la competencia sea realmente popular y puedan participar todos los misioneros amantes del automovilismo. Incluso, desde el Instituto Provincial de Lotería y Casinos –que es el que pone los fondos- se hicieron acuerdos con algunos organismos del Gobierno para que se les descuente en cuotas las entradas a los empleados. Es que las entradas son elevadas y no todas las familias pueden costearlas”, precisó una fuente del organismo. Lo mismo sucede con los arreglos del autódromo Rosamonte, que corren a cuenta de Vialidad Provincial.
“Ellos en cambio ven todo como un negocio y no tienen una visión federal. Como en el Fútbol para Todos, queremos que el TC u otras competencias, sean un espectáculo para todos, pero ellos con sus exigencias ponen trabas”, abundaron desde el IPLyC.
La molestia se extiende a varios organismos y entes descentralizados, que no colaboraron con la difusión del evento ni se sumaron a los convenios para que sus empleados puedan presenciar las carreras pagando en cómodas cuotas. “Eso no puede seguir así. Subsidiamos desde el Estado un negocio privado y esperamos colaboración”, advirtieron desde el IPLyC, que están dispuestos a revisar la relación con la ACTC.
