El Inym aplicó una sanción de 22 mil pesos a la yerbatera por una inconsistencia de más de 600 mil kilos en su stock. Para Roxana Argüello, dirigente de la APAM, la multa “es una propina de niños”. Otros dirigentes del sector primario, como Enrique Kuzko y Eduardo Tuzinkiewicz, consideraron que el instituto actuó de acuerdo a criterios válidos.
El criterio usado por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) a la hora de multar a la empresa CBSé por tener en stock más yerba de la que estaba declarada, generó opiniones encontradas entre dirigentes del sector primario. Para Roxana Argüello, de la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (Apam) “la multa es una risa” y consideró que cuando se comprueba que una empresa no cumplió la ley, deberían aplicarse sanciones mucho más severas. Otros dirigentes del mismo sector, como Enrique Kuzco y Eduardo Tuzinkiewicz defendieron el accionar del Inym.
La polémica se hizo pública el miércoles último, cuando Marcelo Stockar, director del Inym por el sector de cooperativas, relató que el organismo aplicó a la mencionada firma una multa de 22 mil pesos por una inconsistencia de stock de más de 600.000 kilos de yerba. Si aplicaba criterios más rigurosos, la multa debería haber sido cinco veces mayor, pero los directores del instituto prefirieron aplicar la mínima.
En oposición a lo resulto por el Inym, Argüello consideró que “las sanciones deben ser ejemplares por varios motivos, entre ellos por haber comprado durante muchos años por debajo de los precios establecidos”.
La dirigente del sector productivo afirmó que si los grandes molineros cumplieran con los precios acordados, no hubiesen crecido tanto en desmedro del abandono de los productores que durante mucho tiempo han sido relegados y obligados a entregar su producción por valores muy bajos. Consideró que “las multas y castigos tienen que ser severas, que les duela el bolsillo. La Afip, Rentas, el Inym le deben caer con todo el peso de la ley a los grandes molinos y empresas que se ríen del sector productivo”.
Opinó que la multa aplicada a la empresa “es una propina de niños, entonces si se les saca un poquito a ellos, no les afecta” según la dirigente. Arguello planteó que esto no es solo para CBSé sino a nivel general. Este tipo de controles deben realizarse continuamente “porque siempre hay un picarón que no cumple y luego blanquean las compras en negro que hacen”.
Por su parte, el director del Inym por el sector de la Producción, Eduardo Tuzinkiewicz consideró que la sanción “es un hecho consumado, hay una grilla y se trabajó sobre esta y se hizo la multa, ahora está la parte legal para que la empresa pague”.
Otro de los representantes del sector primario en el directorio del Inym, Enrique Kuzco, dijo que “la empresa pudo presentar a través de los requerimientos del instituto, algunos papeles que le faltaban y los sancionamos a través de una grilla que tenemos. Nosotros aplicamos un criterio y esto queda registrado en el Inym para que esta empresa no sea más reincidente; pero esto también lo hicimos con otras empresas”, dijo.
Kuzko reconoció que “hoy es preferible que no se dispare la cuestión vía judicial porque corremos el riesgo de que la empresa presente un recurso de amparo y perder el juicio”.
