Florencia Bobadilla, una misionera comprometida con la música litoraleña

Hija de músico, Florencia Bobadilla Oliva (24), nació en Posadas, y desde hace dos años transcurre su vida en Buenos Aires entre el canto y la actuación, además de dar clases de música a chicos de 7 a 14 años en la Escuela 25 de la Villa 31, y a niños del jardín de infantes de la Escuela 10 del barrio porteño de Once. Hace unos días participó junto a otros integrantes de la cultura, de la presentación del proyecto de ley para crear el Instituto Nacional del Folclore, de la diputada nacional, Julia Argentina Perié (FPV), que se realizó en el Salón Auditorio de la Cámara de Diputados de la Nación. «Me parece importante que exista un organismo de esa envergadura donde puedan estar representadas todas las disciplinas relacionadas con el folclore», dijo la joven.

 

Afirmó que la música, el canto es una de sus grandes pasiones. «Me pasa que todos los días se suma algo nuevo a esto de la música. Veo gente que hace determinado tipo de música y suena muy bien, por ejemplo sucede con el jazz con el que es posible lograr cosas impresionantes porque se trata de saber utilizar un lenguaje», expresó.

Contó que en este momento canta en los espacios en los que «nos invitan junto a un amigo guitarrista formoseño, Abel Tesoriere, con el que hacemos folclore del litoral. Me gustaría rescatar sonidos de ese lugar, y me atrae mucho la música latinoamericana, y cuando hablo de ella estoy hablando de una gran variedad de riqueza; lenguajes y ritmos que a veces no son muy tenidos en cuenta».
Con una voz dulce y sensual, Florencia sueña con incursionar en una búsqueda sonora del folclore litoraleño, porque cree que está bueno empezar desde la raíz. Como cantante, sus referentes femeninas son Nacha Roldán y Roxana Amed: «las escucho y sé que son ellas, son voces con personalidad, no sólo voces que reproducen -dice-. Es lo que me gustaría hacer a mí, y en ese sentido quiero utilizar mi veta de actriz, que es la otra disciplina en la que me estoy formando; es decir cantar contando una historia, y para eso la técnica de la actuación viene muy bien aprendiendo a poner el cuerpo…».
Admite que tiene mucho por aprender: «estoy en eso. Mi proyecto en algún momento es poder trabajar como cantante, conociendo mi sonoridad,
posiblemente tenga que autoproducirme para cantar los temas que me identifican, y con músicos que toquen varios estilos y ritmos. En ese sentido me gustan los instrumentos armónicos con los que se puedan hacer acordes», señaló la joven que estudió canto con Grace Cosceri, Eleonora Eubel, y actualmente lo hace con la talentosa cantante y compositora, Roxana Amed.

Rescate de la música del Litoral y homenaje a María Helena
La posadeña que estudió Fonoaudiología y Composición Musical en Córdoba, tiene pensado presentar un proyecto a la Casa de Misiones en Buenos Aires relacionado con la música. «En realidad son dos proyectos que también podrían fusionarse, uno de ellos es una investigación sobre música del Litoral, compuestos por ritmos muy vivos y no están escritos, hace falta que los músicos misioneros y el resto del Litoral nos pongamos a escribir nuestra historia, encontrar material que nos nutra; uno de los que estaba generando una movida grande y haciendo cosas lindas era el gran guitarrista Horacio Castillo, que lamentablemente murió», recordó.


La idea es rescatar a éstos autores, imágenes, videos que hayan, recopilarlos para después proyectarlos. «Y también armar un grupo de músicos de nuestra provincia y hacer juntadas cantando. Misiones tiene mucho para mostrar, y hay bastante dispersión al respecto y la Casa de Misiones puede ser un punto de encuentro para juntarnos. Imagino puestas culturales con músicos, fotógrafos, actores, artistas plásticos y realizadores con identidad regional», detalló.
Como una pata de ese proyecto mayor, Florencia Bobadilla está pergueñando además, junto a la pianista misionera, Valeria Romero, hacer un homenaje a María Helena, la novia del Paraná, «se trata de una cantante que murió muy joven y que interpretaba con mucha potencia, y tiene un repertorio muy bonito. Creemos que rendirle un homenaje a ella puede ser el punto de partida para encarar ese proyecto más grande que tenemos relacionado con la Casa de Misiones», dijo.
No está muy de acuerdo con los shows mediáticos de concursos de canto, «donde se prioriza más el circo que la música, más la forma que el contenido. Es una opción, pero por ahora no es la mía», aseveró.

Fascinación por el cine
En cuanto a la actuación, Florencia Bobadilla está dedicada al cine que la tiene fascinada. Tiene varios cortos y video clips en su haber y fue una de las protagonistas de “Mis sucios tres tonos», ópera prima del misionero, Juan Manuel Brignole, que formó parte de la 14 Edición del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI). «Me llevo muy bien con el cine y me gusta, por supuesto que van saliendo otras cosas y las hago, como actriz voy haciendo mi camino, y como con la música tengo mucho para aprender».


Desde el 2008 estudia actuación, alternando con grupos y con profesores como Norman Briski, Pompeyo Audivert, Nora Moseinco, Norma Angeleri y el cordobés, Fernando Berreta.

Es conciente que muchas veces se vuelve muy difícil actuar y cantar porque hay que dedicarle mucha energía y tiempo a ambas cosas, «y a eso le sumo que además tengo que trabajar de docente para sobrevivir… se complica; así que voy haciendo mi camino como puedo, siempre confiando que en algún momento voy a lograr poder dejar de lado otros trabajos para dedicarme a fondo a la música y la actuación. Estoy atenta a eso con la misma atención que tengo a encontrar momentos de felicidad», expresó.

Lo que se viene
Actoralmente, en este momento Florencia Bobadilla está entusiasmada con dos largometrajes que estará filmando después de la mitad de año. El primero, de Storja Producciones -que en principio se llamaría Irak Tango, aunque aún no está definido-, donde interpretará el papel de una mujer que se crió en un barrio humilde, cae en el mundo de las drogas y se prostituye para solventar esa adicción, pero dentro del personaje comienzan a generarse cambios, cuando ve que en el lugar donde se prostituye, comienzan a ingresar chicas por la fuerza, sin poder elegir ese modo de vida como lo hacen otras otras mujeres. El personaje que interpretará Florencia intentará ayudarlas a escapar y ahí comienza el nudo del conflicto. El rodaje se haría en algunas villas de Buenos Aires y el norte del país.

La otra película en carpeta está a cargo de Macanudos Producciones, financiada por el Incaa, y titulada “El encuentro de Guayaquil”, donde la misionera tendrá una participación especial.

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