Invitan a las escuelas a aprovechar los talleres del Museo Arqueológico Andrés Guacurarí

El museo histórico y arqueológico «Andrés Guacurarí», ubicado en calle General Paz 1865 de Posadas invita a las escuelas de la región a aprovechar los talleres de de gastronomía regional. Se dictan talleres de historia regional y talleres sobre gastronomía regional desde hace once años. Se expone además el material arqueológico regional. En las muestras se pueden encontrar materiales de las primeras comunidades originarias llegadas a la región hasta los procesos socioculturales contemporáneos.


Nora Morales, docente e investigadora de Historia en Radio Libertad

 

La docente e investigadora Nora Morales explicó en Radio Libertad que el Museo debe hacer parte a las comunidades educativas para hacerlas parte del conocimiento científico que se cuenta en el museo. Se invita a los establecimientos de todos los niveles a participar en los talleres para aprender los procesos de la gastronomía regional.

Se trabaja de forma práctica mostrándoles a los alumnos la evolución de la tecnología en el sector agrario de las comunidades originarias. Se trabajan con replicas de los artefactos que utilizaban los primeros habitantes de la región. Se les explica además los fundamentos de cómo era la integración regional de las comunidades, todo con fundamentos científicos y documentos históricos. Se busca siempre que los talleres sean de la forma más amena posible.

Entre los talleres de gastronomía regional se destacan los de cocinas típicas, donde se enseña a los participantes a hacer mbeyu, chipá, chipa guazú entre otros platos habituales de las mesas misioneras y se les explica como fue la evolución histórica de esos platos. 

El Museo Arqueológico e Histórico «Andrés Guacurarí», que ofrece a quién lo visita, materiales de gran valor histórico y cultural. El recinto alberga objetos del período paleolítico de nuestra provincia y de la época jesuítica predominante, así como los objetos de otras épocas que ayudan a la interpretación de nuestra cultura.

Los materiales históricos de la provincia se exhiben en forma permanente en los distintos sectores del museo y en vitrinas, con sus respectivas indicaciones, que orientan al visitante hacia una mayor compresión de los objetos expuestos.

 

Un nombre con historia

El primer nombre impuesto a este ámbito donde se conserva y se revive el ayer de Misiones, fue «Museo del Hombre», creado en 1978 merced a las colecciones donadas por Miguel Angel Nadasdy, de nacionalidad rumana, radicado hasta su muerte en la localidad de San Ignacio, que dedicó la mayor parte de su vida a conservar elementos representativos de culturas europeas, de nuestro país, y especialmente de Misiones. Años después, este reservorio se denominó «Andrés Guacurarí», en memoria del indígena misionero nacido en la reducción de San Francisco de Borja (hoy Brasil) el 30 de noviembre de 1775, que fue adoptado por el caudillo oriental José Gervasio Artigas y se convirtió después en uno de los principales jefes de Artigas. Fue gobernador de Misiones en 1915. Dedicó su vida a luchar por la causa del federalismo y las autonomías provinciales y defender los límites territoriales de nuestra patria contra los intereses expansionistas de otros países.

 

Las salas del Museo

Este ámbito, donde el pasado y el presente se conjugan, cuenta con un centro de interpretación jesuítico-guaraní, conformado por trabajos de investigación constante y continua, con el aporte de los estudiosos e interesados en la materia específica, que se difunde en forma gráfica, fotográfica, visual y auditiva. Se aprecia a través de cuadros sobre aspectos edilicios y constructivos de las misiones, elementos originales y maquetas que muestran la traza de las reducciones y las disposiciones de los edificios; ruta jesuítica internacional, interior de una vivienda, por medio de réplicas que recrean lo que fue un hogar indígena en las reducciones. También se exponen grabados y el catecismo en lengua guaraní compuesto en 1724, por Nicolás Yapuguay, en la imprenta de Santa María la Mayor. Otras vitrinas contienen colecciones correspondientes a los períodos paleolítico y neolítico, fruto del relevamiento arqueológico. Los elementos fueron hallados por medio de excavaciones sistemáticas de campo en San Javier, Monte Carlo, Puerto Piray, Capioví, Pueto Iguazú. Se trata un sinnúmero de hachas, puntas de lanza, fragmentos cerámicos y ánforas funerarias. Los trabajos de selección, clasificación con relación al tiempo y cultura fueron realizados por la arqueóloga Ruth Adela Poujade.

En otro sector se exponen imágenes religiosas, construidas en madera policromada y articuladas que se hallan expuestas en las distintas vitrinas, que fueron donadas por el citado coleccionista. Todas estas esculturas pertenecieron a distintos dueños, y Nadasdy, en su búsqueda por diversos lugares de la provincia, obtuvo conjeando piezas jesuíticas por alimentos. En las Misiones Jesuíticas, la escultura fue una importante actividad, como auxiliar de la arquitectura o como arte imaginero. Las iglesias jesuíticas se poblaron de imágenes de madera generalmente policromadas o bien de imágenes articuladas para ser vestidas. Varias de ellas se hallan expuestas en la sala mayor de la planta alta del museo histórico.

En otro sector se exhiben canastos de diversos tamaños, elaborados por aborígenes con fibras vegetales autóctonas, especialmente de gran variedad de cañas típicas de la zona. Asimismo, tallas de animales de nuestra región, de diversos tamaños, en madera dura, blanda, arcos, flechas e instrumentos musicales.

El Museo «Andrés Guacurarí», que pertenece a la Secretaría de Estado de Cultura, se halla ubicado en General Paz 1865 de Posadas y ofrece visitas guiadas a delegaciones escolares, turísticas y público en general.

 

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