Osvaldo de la Fuente presentó Vestigios

El polifacético artista entregó una soberbia presentación en el auditorio de la Escuela de Música. Estuvo acompañado por los Vacío Sideral, una banda de virtuosos que se encargó de convertir en canciones las 10 composiciones que conforman un disco de rock pop con fuerte ascendencia ochentera. 

Las circunstancias hacen al hombre, y el hombre hace al disco. Osvaldo de la Fuente, cada vez más inmerso en eso de ser un verdadero artista polifacético, nos regala un plato delicado, con fuertes sabores retro y, esencialmente, condimentado con los mejores ingredientes que se pueden conseguir en la región.

Músico, compositor, productor, empresario, director artístico, amigo, Osvaldo de la Mente no para de ampliar sus horizontes en una búsqueda que, una vez despojado de ese caparazón que probablemente comenzó a aprisionarlo denominado Los Pie, paradójicamente le permite andar nuevos caminos, en este caso, viejos nuevos caminos.

Viajar hacia atrás en el tiempo no siempre  implica retroceder. Un material sensible, pulido y con un fuerte sabor ochentero pero que a la vez afianza a de la Fuente como compositor y lo revela como un verdadero poeta en una faceta un tanto desconocida por los que lo tenían más registrado “sólo” como un soberbio guitarrista y joven pero ya veterano productor musical.

Entre las nuevas canciones sobresale, por varios cuerpos, “Nazco de tu amanecer”, profunda y sencilla. Potente y delicada. La demostración más cabal de una madurez compositiva respaldada por los Vacío Sideral (Javier Chemes  y Marissa Gonzalez en voz, Dani Gonzalez en bajo, Leandro Yahni en teclados y David Medina en batería), un compacto y virtuoso combo armado para convertir en realidad las canciones de Vestigio, su decimotercera producción en formato de CD. Si el vacío es quien llena los espacios en el cosmos, en esta ocasión son los teclados de Leandro Yahni los encargados de que no queden huecos por rellenar en este espacio sonoro liderado por Osvaldo de la Fuente. De los sintes de Yahni salen vientos, salen cuerdas, salen beats y se derrama un sonido pop pre 90s surcado por el homenaje al genio con “Alma de Diamante” que acaba de partir. Es difícil para cualquier banda no sumirse a los sonidos que emana tanta academia musical.

 Pero los Vacío Sideral son mucho más. Dani Gonzalez, en un cuidado segundo plano, funciona como el colchón sonoro que, junto a una correctísima batería golpeada por el recientemente incorporado David Medina, dejan al resto de los músicos con la única responsabilidad de delirarse cada uno en su rol. El tándem Javier Chemes / Marissa Gonzalez es, a oídos de este sordo relator, es el verdadero pulsar de los Vacío Sideral. Chemes al frente, bien al frente, ya sin el peso de ser frontman de su banda, canta, grita,  gesticula, se divierte… y brilla, mientras que Marissa se aleja absolutamente del rol de “corista” para, también, rellenar cualquier hueco con una segunda voz delicada pero poderosa. Definitivamente, los Vacío Sideral no dejan espacio sonoro por cubrir.

De la Fuente nos regaló dos horas de concierto y 10 canciones nuevas que se suman a su prolífica producción. Cuando las circunstancias, por muy crudas que sean, se convierten en inspiradoras de una nueva creación, damos vuelta esa frase tan común y podemos aseverar que Osvaldo de la Fuente las maneja con soltura y profesionalismo. Osvaldo es él, su nuevo disco y sus circunstancias. 

 

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