Carta del obispo de Posadas Monseñor Juan Rubén Martínez

En este domingo celebramos a la Santísima Trinidad. Si hay algo esencial de nuestra fe como cristianos es creer que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, creemos en la Trinidad y en la revelación que Jesucristo realizó y que leemos en los textos de la Palabra de Dios. 

Es importante que comprendamos la significación que tiene para vuestra vida esta verdad que confesamos los cristianos. Nuestra época que acentúa solamente temas circunstanciales, a veces sensacionalistas y en general pasajeros, omite las cuestiones importantes y que son claves para comprender el sentido profundo de la vida, y se desinteresan por temas como las revelación que el mismo Jesucristo ha realizado, y que responden a interrogantes profundos del corazón humano como es nuestro propio sentido de la existencia, para que estamos y hacia dónde vamos… Dios que se hizo uno de nosotros para revelarnos todo, y cuál es el camino en general, no cuenta con nuestra escucha, porque el exceso de ruido hace que no se escuche la “Palabra”. Algunos grupos religiosos se dicen cristianos pero niegan la Divinidad de Jesucristo y lo comparan a otros personajes importantes, profetas… desconociendo la singularidad de su presencia. En el Credo, en la confesión de fe de los cristianos, manifestamos que creemos en Jesucristo, verdaderamente Hombre y Verdaderamente Dios, y en “Dios Uno y Trino”. En esta formulación se encuentra la esencia del cristianismo con profundas consecuencias espirituales, pastorales, culturales y hasta en la manera de vivir y concebir el mundo. 


El Evangelio de este domingo (Mt 28,16-20) es elocuente y a la vez esperanzador. El texto expresa un pedido de Jesús a sus discípulos antes de su partida hacia el Padre “vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos bautizándolos en el nombre del Padre, Del Hijo y del Espíritu Santo y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo” (Mt. 28,19-20).


Celebrar la Trinidad nos lleva a expresar que el único absoluto en nuestra vida es Dios. Entre los desafíos que tendremos que asumir como respuesta a nuestro tiempo es el problema del creciente “secularismo” que no discute ni siquiera la existencia de Dios, sino que la omite y silencia los valores que implican considerar al hombre “imagen y semejanza de Dios”, y su consecuencia en la valorización de la vida humana como clave y sujeto de todo derecho. La omisión de Dios del secularismo no es casual, ya que de hecho desde la instalación de una cultura “materialista” se reduce la dignidad humana, a ser considerada como mero objeto de consumo. De este modo no solo silencia y omite a Dios, sino la misma dignidad humana, todos sus derechos y valores. El consumismo entre otros males deja en la exclusión a los pobres y somete a nuestros adolescentes y jóvenes en el alcohol, la droga y otras adicciones…


Por el contrario aunque se da un fuerte bombardeo que pretende un “secularismo cultural y por lo tanto un ambiente consumista”, nuestro pueblo sostiene una fe fuertemente expresada en la religiosidad popular. En esta semana hemos asistido a grandes manifestaciones de fe como las peregrinaciones de Fátima y Santa Rita. Miles y miles de peregrinos expresan aquello que también percibimos en nuestras comunidades, capillas de nuestros barrios y pueblos, en donde la gente manifiesta una auténtica búsqueda de “Dios”. La catequesis, lo grupos bíblicos, los centros de formación y movimientos alimentados por los sacramentos, sostienen valores como la vida, la familia, la solidaridad y otros, que nos sostienen en la esperanza de creer que en esta porción de nuestra Patria podemos construir una cultura mas “humanista”.
El próximo fin de semana celebraremos la solemnidad del “Cuerpo y Sangre de Cristo”. Aquí en Posadas, el sábado 9 de Junio a las 15 horas, nos reuniremos en el Anfiteatro Antonio Ramírez para celebrar con Posadas y Garupá la Santa Misa y posterior procesión como cada año. Este año contaremos con la presencia del Nuncio Apostólico de la Argentina quien presidirá dicha celebración. Como Pueblo de Dios estaremos juntos para expresar la adoración al Cuerpo y Sangre del Señor, que expresan el Amor de Dios. 
¡Un saludo cercano y hasta el próximo domingo! 

Mons. Juan Rubén Martínez, Obispo de Posadas

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