Sobrevivió al hecho y contó la odisea vivida

Carlos Giménez, de 22 años, es uno de los afortunados pasajeros que salió ileso del colectivo de pasajeros que colisionó con un camión y protagonizó un gran incendio sobre la ruta 12 en Caraguatay. Él subió en Eldorado donde reside y relató la terrible noche que le tocó vivir. 

Como todas las semanas, el día del accidente, se tomó el colectivo desde Eldorado a Posadas para ir a estudiar, se sentó arriba porque era más cómodo y estaba al frente del televisor y como en todos los viajes se relajó a mirar una película, lo que nunca imaginó Carlos es como finalizaría ese film, que se transformó en uno literalmente de terror por como terminaría la noche.

En diálogo con Misiones On Line, Carlos relató “yo subí en Eldorado, éramos unas 15 personas, venia sentado arriba, atrás de la máquina de hacer café, mirando una película y de golpe sentí el frenazo, entonces miré, pero mucho no vi, me contaron que en esa parte termina la tercera trocha, y había una camioneta o camioncito que venía despacio y se metió de golpe a la ruta cuando terminó la tercera trocha.

El colectivo venía rápido, como todos los colectivos en la ruta, e intentó frenar pero no le dio el freno, entonces sentí el volantazo de un lado y del otro y luego el impacto contra el camión. Fue muy rápido, una sensación feísima que no dio tiempo casi para ninguna reacción, yo todavía no me doy cuenta en el momento que pude salir, realmente pensé que no iba a poder contar todo lo que pasó dentro de ese colectivo”.

 

Lo que sintió en el choque

A su vez agregó “el camión pegó de frente con el colectivo y se dio vuelta y quedó en el mismo sentido que el colectivo, los dos quedaron mirando para el mismo lugar. Yo no sé qué pasó, pero terminé abajo, creo que se rompió el piso con el impacto, era una oscuridad total, y un griterío solo, un momento de mucha angustia en donde sentía que había que actuar rápido. 
Siempre lúcidoGiménez contó que “por suerte, en ningún momento quedé inconsciente.

Y cuando miré por la ventana, vi que ya había autos esperando por el accidente, a los segundos empezamos a romper los vidrios y a bajar a la gente mayor, a los chicos, a los bebés, y había gente que no se podía mover ahí adentro y gente inconsciente y enseguida empezó el fuego”. 

 

El escape

“En ese momento -continuó narrando el joven- trepé y salí por una ventana de arriba  y la mayoría de la gente salió por arriba, porque saltábamos al camión y de ahí a la ruta. Y ayudamos a sacar gente hasta donde pudimos, porque el fuego se extendió rapidísimo, empezó en el camión el fuego, y después las gomas del camión y el colectivo empezaron a explotar y era un panorama de terror, a lo último ya no veíamos nada por el humo y el fuego y las llamas se levantaban cada vez más, entonces nos tuvimos que alejar”.En medio del relato de la odisea que le tocó vivir, el joven contó que en un momento posterior al accidente, cuando todo era desesperación, por la gente que estaba atrapada dentro del micro, “paró un colectivo Singer y le pedí un matafuegos, me prestaron, pero estaba vacío así que no pude hacer nada, igual, con un matafuego no se era suficiente”.

 

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