El hogar de Niños El Refugio recordó aniversario del fallecimiento de Isabel Herrera

El hogar de niños El Refugio está ubicado en la avenida Buchardo 1548 de Posadas y cuenta con 29 chicos entre 2 y 16 años en situación judicializada. Hoy martes se cumplió un año de la trágica desaparición de su fundadora, Isabel Herrera, en un accidente ocurrido en Loreto, Corrientes. Su memoria fue evocada desde el espíritu con una misa ofrecida a las 16, por el padre Alberto Barros de la Catedral. Al finalizar, los chicos disfrutaron de una chocolatada y canciones con guitarra. Voluntarias del hogar se acercaron a colaborar para esta emotiva celebración.

El homenaje
Mario Herrera, el hijo y sucesor de Isabel explicó que fue “ un pequeño homenaje y recordatorio” de la vida de la madre, y contó cómo trabaja el Hogar a partir de su ausencia física.


Dijo que los chicos que viven de manera permanente llegan derivados de la justicia o de la dirección de Minoridad y Familia del Ministerio de Desarrollo Social. Algunos se acercan de manera ambulatoria, se les abre las puertas y se les permite pasar el día.

 

 El hogar se abastece principalmente con la ayuda de la comunidad, reconocidó Herrera. “Dependemos de lo que la sociedad nos dona y nos facilita, por suerte la comunidad posadeña es muy solidaria, nos dona y nos facilite, por suerte la atención es muy solidaria y siempre estamos contando con ello”.  Señaló que la mayoría de los chicos que allí se albergan “conoció a Isabel y ella era una figura muy importante, para ellos, una figura materna y ellos le tenían mucho cariño”.

Dijo que “una de las grandes falencias que tenemos como institución es no poder contar con profesionales, pero por suerte contamos con muchas personas que de forma voluntaria se acercan a ofrecer su colaboración, y acá lo que prima  siempre es el sentido común, tratamos de usar nuestras herramientas que nos enseñó la vida para poder darles a estos chicos algún tipo de contención hasta que puedan resolver su situación».

 «En este momento tenemos niños desde los 2 hasta los 16 años», reconoció que la tarea no es fácil, «son trabajos complicados, situaciones difíciles, cada niño tiene su experiencia de vida particular y tratamos de alivianar esa pequeña mochilita, que traten los niños desde su situación tratando de focalizarnos en la escuela, mandarlos al jardín, tratar de darles otras actividades, hacer teatro y jugar al fútbol con gente que se acerca y colabora con nosotros».

 

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