Transportistas misioneros en vilo por el cepo cambiario e importador

Empresas de transporte internacional de cargas deben recurrir al mercado negro para adquirir las divisas que necesitan para cubrir gastos de sus unidades en viaje. Por las trabas en el comercio, tienen hasta la mitad de su flota parada. Estiman que la facturación del sector cayó entre 30 y 40 por ciento a partir de las limitaciones impuestas por la Nación.

Desde empresas misioneras que hacen transporte internacional de cargas, aseguran que el sector sufre crecientes dificultades por causa del cepo cambiario y las limitaciones a la importación impuestas por el gobierno nacional y por las medidas adoptadas en reciprocidad por la administración de Brasil.

Las demoras en el otorgamiento de licencias no automáticas para la importación por parte de ambos países, se tradujo en colas de hasta diez kilómetros de camiones que esperan en los pasos de frontera para salir o ingresar del país, situación que perjudica no solo a importadores y exportadores, sino también a los transportistas.

El propietario de la firma FJW, Francisco “Pepi” Wipplinger, aseguró que, por ese motivo, desde hace varias semanas tiene paralizada la mitad de su flota. “Desde febrero pasado, hacer tráfico internacional se convirtió en un drama tremendo. Primero, cuando (el secretario de Comercio Interior Guillermo) Moreno cerró la importación, teníamos carga de ida pero volvíamos vacíos. Se completó el cuadro con las represalias que aplicó Brasil y ahora no podemos salir de Argentina ni volver de Brasil, quedamos varados de los dos lados”, dijo.

Panorama similar planteó Cristian Sartori, de Adolfo Sartori SA, quien estimó que la facturación del sector cayó entre 30 y 40 por ciento a partir de las restricciones a la importación y el cepo cambiario.

“Trabajamos más que nada con Brasil y Paraguay, llevamos mercadería como harina y aceitunas, es esos dos casos hay problemas con licencias que se aprueban de manera muy lenta. Las mercadería pasan muy de a poco. El problema comenzó con la mercadería que venía de Brasil para acá, pero ahora se complicó también la vuelta”, indicó.

 

Ni para el peaje

El otro gran inconveniente que enfrenta el transporte internacional, pasa por las dificultades para comprar monedas extranjeras en Argentina. Ocurre que las empresas necesitan cubrir los gastos que se producen cuando sus camiones se encuentran en territorio extranjero, principalmente carga de combustible y viáticos para los choferes.

Desde Transportes Rodríguez, empresa cuyo mayor volumen de tráfico se da entre Argentina y Paraguay, explicaron que ese factor eleva sustancialmente los costos de la actividad, ya que hay serias dificultades para comprar dólares y si bien en Paraguay aceptan pesos, lo hacen a un valor de cambio muy desfavorable.

Ni siquiera una empresa “grande” como la de Wipplinger consigue que la Afip los autorice a comprar moneda extranjera en cantidades suficientes para cubrir los gastos más básicos. “Tenemos que recurrir al mercado negro, contrabandear reales para que nuestras choferes puedan pagar peajes, comer o cargar combustibles. En Brasil no quieren ni ver el peso argentino”, aseguró.

 

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