La producción se presenta como un complemento a otros cultivos. Con media hectárea y un galpón se puede iniciar la producción. En 30 días se obtienen los promeros capullos. Alrededor de 100 productores se sumaron a la actividad. Un kilo de capullos de primera calidad se está vendiendo a 40 pesos, el doble de lo que se pagaba hace un año.
De la mano de un sostenido incremento de los precios, la producción de seda a pequeña escala se consolida en Misiones como complemento de cultivos tradicionales. La cantidad de productores se duplicó en un año.
Horacio Walantus responsable de la Planta Piloto de Sericicultura que funciona en el predio del Parque Tecnológico Misiones (PTMi) indicó que el kilo de capullo de seda de primera calidad se está pagando a 40 dólares el kilo, y el de segunda calidad, 20 unidades de la divisa estadounidense. Hace sólo un año, el mismo producto se comercializaba a un valor que oscilaba entre los 10 y 20 dólares por kilo. El precio se eleva si el producto ya se vende hilado.
El fuerte incremento que mostraron los precios de la seda y la baja inversión necesaria para comenzar en el negocio, hicieron que cada vez más productores se sumarán. En la actualidad más de cien personas están abocadas a esa producción, mientras que hace un año no eran más de 50.
Según explicó Walantus, para iniciar una unidad productiva basta media hectárea de terreno para el cultivos de árboles de mora (de cuyas hojas se alimenta el gusano de seda) y un galpón cerrado para criar las larvas. Otro aspecto atractivo que ofrece la actividad son los ciclos cortos, sólo 30 días después de retirar los gusanos del Parque Tecnológico, el productor obtiene su primera “cosecha” de capullos, aunque generalmente lleva alrededor de seis meses “entrar en ritmo de producción”.
La comercialización también ofrece ventajas ya que el productor no tiene que preocuparse en buscar clientes, porque la planta piloto garantiza la compra de la totalidad de lo producido. Destacó que en la actualidad hay una importante demanda desatendida.
Según indicó el especialista, la gran ventaja de Misiones para producir seda tiene que ver con factores climáticos que son favorables para el crecimiento de las moreras. Como resultado del calor y de los altos índices de humedad, un árbol de moras crece en la provincia tres veces más rápido que en cualquier otra zona productora del país. Que los inviernos sean relativamente cortos también ayuda, ya que ello permite que los árboles tengan buena cantidad de hojas durante al menos 10 meses por año, cuando en otros lugares el período de trabajo se acorta a seis meses como máximo.
