Desalentador inicio de campaña forestal para pequeños productores

Desde Afome aseguran que Nación adeuda a Misiones más de 70 millones de pesos de fondos de planes forestales. “El atraso en el pago del incentivo y los montos desactualizados de los costos de implantación lleva a desaparecer al pequeño forestador”, advierte el ingeniero Jorge Pujato.

Por Patricia Escobar

 

En mayo inició la época fuerte de campaña de nuevas plantaciones forestales en la Mesopotamia, región en la que en general se foresta con pinos, principalmente en Misiones. “Pero el panorama es desalentador, es necesario que lleguen lo más pronto posible a la provincia los casi 70 millones de pesos que la Nación le debe a los productores locales”, explica el ingeniero Jorge Pujato, miembro de la Asociación Forestal Mesopotámica (Afome).

Para el profesional, los motivos que llevan a los pequeños a forestar cada menos es por la “simple razón que desde la Nación se están atrasando en el pago de los incentivos de las campañas presentadas en los últimos años (en el marco de la prorrogada Ley 25.080). Y ya se sabe que cuando no se pagan los incentivos, el que desaparece es el pequeño forestador, ya que generalmente no tiene “espalda económica” para aguantar los costos forestales hasta que obtiene la cosecha 15 años después”, explicó. “Esto es así acá y en la China. Nuestros políticos actuales deberían ser conscientes del problema, en la actualidad se reciben montos desactualizados, y al dejar de plantar no solo pierde el productor, sino toda la economía regional e incluso el Estado provincial”, aseveró.

Pujato consideró que las autoridades provinciales deberían “prestarle más atención al injustificado atraso en los pagos y la desactualización de los montos percibidos, ya que la Nación está pagando planes con años de atraso con una inflación como la actual”, cuestionó. A su vez, agregó que “hay que poner mayor énfasis en reclamar ante las autoridades nacionales. Y ser conscientes que lo que no se planta hoy, no se puede cosechar mañana, y en forestal los tiempos son largos, y el tiempo perdido, imposible de recuperar”, advirtió.

En la zona norte de la Mesopotamia, el grueso de la campaña forestal se lleva adelante con plantaciones de pinos resinosos, originarios de Florida, USA, región similar a Misiones. Y los pinos, a raíz desnuda, se plantan generalmente a partir de mayo hasta fines de julio. “Una de las preguntas más frecuentes es ¿por qué se plantan pinos en vez de otras especies?. La respuesta podemos encontrarla al comparar a este cultivo con algunos agrícolas más conocidos, ejemplo, el trigo: porque lo que produce tiene alta demanda permanente, existe abundante información técnica, es relativamente fácil de hacer, de rápido crecimiento, y lo principal, es rentable. Eso explica porque se cultiva en Pinus elliottii en lugar del Palo Rosa, por ejemplo”, indicó el profesional.

“Otra característica del pino es su rápido crecimiento en términos forestales: puede aprovecharse económicamente entre los 8 y 20 años; en cambio con el Palo Rosa deberíamos esperar entre 100 y 200 años para obtener los mismos productos. Del pino se conoce como manejar la semilla, la siembra, los plantines, como transportarlos, plantarlos, cuidarlos, aprovechamiento, industrialización, etcétera. Hay trabajos de mejoramiento genético que aseguran elevada productividad por unidad, tanto como madera, celulosa, resina, etc. O sea, se dispone de un adecuado paquete tecnológico y el mismo es accesible para todos los productores”, detalló Pujato.

Hay otras razones a su favor respecto a los cultivos agrícolas: los pinos cubren el suelo desde cierta altura, lo que evita la erosión por las fuertes y abundantes lluvias tal como ocurren en Misiones; también lo protegen de las elevadas temperaturas en verano; solo se usan productos químicos en el momento de la plantación, e incluso se pueden prescindir de ellos; correctamente manejados, en su interior se regenera en gran parte la flora nativa con la consiguiente fauna. “Está demostrado que los pinos recuperan suelos degradados. En síntesis, de todos los cultivos que se hacen en Misiones, el forestal, aún con especies exóticas como lo son los pinos resinosos, es el más amigable y el menos perturbador del medio ambiente”, aseveró el ingeniero.

 

Alternativa productiva


El ingeniero Jorge Pujato remarcó que la forestación genera ventaja sociales, económicas y ambientales a la región. “Argentina tiene superávit en la producción de alimentos, produce suficiente para alimentar al menos a una población entre 10 y 40 veces mayor, pero tiene déficit en productos forestales, por lo que se ve obligada a importarlos, lo que provoca un déficit que oscila entre 500 y 1.500 millones de dólares por año”, explicó.

“Entonces, para la región es conveniente hacer forestaciones e industrializarlas localmente, en vez de gastar tiempo y esfuerzos en producir algunos alimentos a costos que no pueden competir con otras regiones del país, que los producen muy eficientemente, de mejor calidad y a menores costos”, consideró.

“La única contra que tiene el cultivo forestal de los pinos, son sus largos plazos, el tiempo que tarda entre que se planta hasta que se cosecha. Por eso, en gran parte del mundo, los cultivos forestales solo lo hacen las empresas muy grandes. Pero en Argentina, y especialmente en la Mesopotamia, hay miles de pequeños productores tabacaleros, yerbateros, tealeros, ganaderos, etcétera, que incorporan al cultivo forestal dentro de sus chacras”, remarcó.

¿A qué se debe?. Varias causas:

-la mayoría de estos cultivos, al igual que el forestal, son perennes y de largo plazo,

-el productor ya está concientizado de las ventajas del cultivo forestal como caja de ahorro, como producto rentable en áreas degradadas por otros cultivos,

-el productor conoce, con diferentes variables, parte del paquete tecnológico que facilita su cultivo.

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