Carta de Monseñor Juan Rubén Martínez, Obispo de Posadas en este domingo

La Iglesia celebra “la jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales”. El texto del Evangelio (Mc. 16,15-20) empieza señalando el mandato evangelizador que el Señor hizo a los Apóstoles: “Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Noticia a toda creatura” (v15). En realidad este mandato se sitúa en el centro de la tarea de todo bautizado que es evangelizar y siempre implica, por lo tanto “comunicar” el Evangelio.

Sabemos que evangelizar es comunicar y en este domingo la Iglesia celebra la jornada de las Comunicaciones Sociales, anticipándose a la próxima celebración de la jornada de los periodistas y comunicadores sociales que tendrá su día el próximo jueves 7 de junio. Como cada año el Papa Benedicto nos envía un mensaje: “Silencio y Palabra: camino de evangelización”. En dicho mensaje el Papa nos recuerda la importancia de un aspecto del proceso humano de la comunicación que considera fundamental recordar para dar consistencia y sentido a la inmensa transformación y crecimiento de las formas y nuevas alternativas de tecnologías y relaciones comunicacionales. El Papa nos dice en su mensaje: “Se trata de la relación entre el silencio y la palabra, dos momentos de la comunicación que deben equilibrarse, alternarse, integrarse para obtener un auténtico diálogo y una profunda cercanía entre las personas. Cuando palabra y silencio se excluyen la comunicación se deteriora ya sea porque provoca una cierto aturdimiento o porque, por el contario, crea un clima de frialdad; sin embargo cuando, se integran recíprocamente, la comunicación adquiere valor y significado. El silencio es parte integral de la comunicación y sin él no existen palabras con densidad de contenido. En el silencio escuchamos y nos conocemos mejor a nosotros mismos; nace y se profundiza el pensamiento, comprendemos con mayor claridad lo que queremos decir o lo que esperamos del otro; elegimos como expresarnos… Se abre así un espacio de escucha recíproca y se hace posible una relación humana más plena… Allí donde los mensajes y la información son abundantes el silencio se hace esencial para discernir lo que es importante de lo que es inútil y superficial…Por esto, es necesario crear un ambiente propicio casi una especie de “ecosistema” que sepa equilibrar silencio, palabra, imágenes y sonido”.

 


Gran parte de la dinámica actual de la comunicación está orientada por preguntas en busca de respuestas…; más aún, a menudo el hombre contemporáneo es bombardeado por respuestas e interrogantes que nunca se ha planteado y a necesidades que no siente. El silencio es precioso para favorecer el necesario discernimiento entre los numerosos estímulos y respuestas que recibimos para reconocer e identificar asimismo las preguntas verdaderamente importantes. Sinembrago, en el complejo y variado mundo de la comunicación emerge la preocupación de muchos hacia las preguntas últimas de la existencia humana: ¿Quién soy?, ¿Qué puedo saber?, ¿Qué debo hacer?, ¿Qué puedo esperar?… Hay que considerar con interés los diversos sitios, aplicaciones y redes sociales que pueden ayudar al hombre de hoy a vivir momentos de reflexión y de auténtica interacción, pero también a encontrar espacios de silencio, ocasiones de oración, meditación y de compartir la Palabra de Dios.

 


En este domingo de la Ascensión del Señor queremos rezar especialmente por nuestros comunicadores sociales, considerando esta jornada como una oportunidad para que valoricemos el esfuerzo de tantos hombres y mujeres que trabajan en este espacio de la cultura clave para nuestro tiempo. 
Un saludo cercano y hasta el próximo Domingo.

 

 Juan Rubén Martínez, Obispo de Posadas

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