Se instalaron 20 cámaras en el Parque Segismundo Welch con ubicación móvil para llevar un registro de las especies que atraviesan el ecoducto. Con esta metodología se obtuvieron 16.106 registros fotográficos de 53 especies diferentes desde enero de 2011 que les permitieron arribar a algunas conclusiones.
«Por ejemplo, en el caso del zorro de monte pudimos ver que entre marzo y abril de 2011 hubo mucha actividad de personas sobre el ecoducto y bajísima actividad del zorro. En cambio, entre abril y junio hubo mucha actividad de zorro y poca gente. Esto hizo que cercáramos el ecoducto para que la gente no circule sobre él, porque su función es ser un paso para los animales», remarcó Duarte.
Otra dificultad que presenta este ecoducto además de la circulación de personas – registrada unas 170 veces- es la circulación de ganado vacuno y de perros domésticos, ya que constituyen perturbaciones a la fauna que se intenta preservar.
Duarte indicó que «las experiencias hasta ahora son alentadoras y estas son las primeras conclusiones a las que arribamos. Estamos construyendo esta base de datos como respuesta a la preocupación de si lo que estamos haciendo tiene los resultados esperados y si no, cuáles son los motivos por los cuales no se logran los resultados, de manera de resolver lo que tenemos que hacer en función de esta información. El cercar el ecoducto fue una de esas medidas» y agregó «mientras tanto, seguimos juntando más información y hasta ahora la experiencia es positiva».
Rutas ecológicas: a la vanguardia en el cuidado de la biodiversidad
