Análisis epidemiológico del dengue

En 2009, Argentina sufrió la mayor epidemia de dengue que tenga registro el país, pero a partir de la gestión del ministro Juan Manzur al frente de la cartera sanitaria nacional, se implementó el Plan Nacional Prevención y Control del Dengue y Fiebre Amarilla, una estrategia que se continúa aplicando en la actualidad y que permitió reducir la morbi-mortalidad por dengue; disminuir el riesgo de propagación de brotes; prevenir la endemicidad y acotar el impacto socioeconómico de la enfermedad.

 

Si se aborda comparativamente la situación del dengue en Argentina en los últimos años, se evidencia el éxito de las políticas sostenidas de prevención y control de la enfermedad. El análisis que se desglosa a continuación toma el período comprendido entre la semana epidemiológica 1 –del 2 al 8 de enero– y la semana epidemiológica 16, que va del 16 al 22 de abril.

 

Desde principios de enero de 2012 –semana epidemiológica 1–, a la semana epidemiológica SE 16, fueron notificados al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SIVILA) de la cartera sanitaria nacional 1.578 pacientes con síndrome febril agudo compatible con dengue, de los cuales fueron confirmados 123 casos.

 

Si se comparan los números absolutos de casos registrados en el período mencionado anteriormente, en 2011 fueron confirmados 229 casos; en 2010, 1.176 casos y en la epidemia de 2009, a la semana epidemiológica 16, ya se contabilizaban 23.170 enfermos de dengue.

 

Como se observa, la tendencia descendente de casos de dengue en Argentina continúa hasta hoy. En términos porcentuales, los casos confirmados de dengue durante el período epidémico comprendido entre la semana epidemiológica 1 y la semana epidemiológica 16 de 2012, descendieron un 46,25% con respecto a igual período del año 2011.

 

La enfermedad en la región

 

El dengue en las Américas durante los últimos 28 años, ha tenido una tendencia ascendente con picos epidémicos que se repiten cada 3 a 5 años casi de manera estable.

 

El país con mayores tasas de incidencia es Brasil, que ha llegado, en ocasiones, a acumular casi el 80% de todo el dengue de las Américas. Le siguen la región Andina y Centroamérica.

Actualmente, los países limítrofes de Brasil, Paraguay y Bolivia registran un alto índice de casos de dengue, situación que ya fuera alertada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a fines de 2011.

 

Según registros oficiales de los países de la región, en el mismo período epidemiológico que los datos presentados de Argentina –SE 1 a SE 16–, Bolivia notificó 22.870 casos, de los cuales fueron confirmados 3.233 con 28 fallecidos. Mientras que Paraguay notificó 14.833 casos confirmando la enfermedad en 6.534 de ellos y registrando 13 fallecidos por la enfermedad.

 

Con respecto a la situación en Brasil, los informes indican que se confirmaron 184.155 casos de dengue con 34 fallecidos. Además, Chile ha notificado 11 casos de la enfermedad en el mismo período.

 

Precisiones sobre la problemática del dengue

 

El dengue es un problema creciente para la Salud Pública mundial debido a varios factores como el cambio climático, el aumento de la población mundial en áreas urbanas de manera rápida y desorganizada, la insuficiente provisión de agua potable que obliga al almacenamiento de la misma en recipientes caseros habitualmente descubiertos, la inadecuada recolección de residuos y la gran producción de recipientes descartables y neumáticos desechados que sirven como criaderos de mosquitos.

 

A estos factores se suman el aumento de los viajes y las migraciones, y el control insuficiente de los vectores, todos elementos que impactan en la proliferación de esta enfermedad.

 

En Argentina el comportamiento del dengue es epidémico y la ocurrencia de casos se restringe a los meses de mayor temperatura, en estrecha relación con la ocurrencia de brotes en los países limítrofes.

 

La enfermedad es causada por un virus que se transmite a través de la picadura del mosquito Aedes aegypti, lo que convierte al control del vector en una herramienta fundamental para la prevención de la enfermedad. La misma no se contagia de persona a persona, ni a través de objetos, ni por vía oral, respiratoria o sexual. Sin embargo, aunque es poco común, las mujeres embarazadas pueden transmitirla a sus bebés durante el período de gestación.

 

Existen cuatro variantes del virus del dengue, los serotipos 1, 2, 3 y 4, y cualquiera de ellos puede producir formas graves de la enfermedad e inclusive la muerte. Si bien no existe una vacuna eficaz para prevenir el dengue, la inmunidad es serotipo-específica por lo que la infección con un serotipo determinado confiere inmunidad permanente contra el mismo.

 

 

 

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