Uruguay: enfermero confesó que mataba a dos pacientes por semana

Lo admitió uno de los trabajadores de la salud detenidos por asesinar enfermos mediante inyecciones de aire y morfina en centros médicos de Montevideo. Para las autoridades, las víctimas podrían ascender a 200. «Los muertos son sin duda muchos más de los que se habló inicialmente», declaró el ministro del Interior

La espeluznante confesión de uno de los enfermeros acusados de asesinar a pacientes en unidades de cuidados intensivos corrobora lo expresado hoy por el jefe de la cartera del Interior uruguaya, Eduardo Bonomi, quien afirmó que las víctimas son «sin duda» muchas más que las 16 de las que se habló inicialmente.

 

«No es una investigación fácil, el trabajo que le queda al juez es importante porque se cree que la acción criminal de los enfermeros abarca varios años», afirmó hoy Bonomi a la emisora Radio Carve.

 

«Lo que se descubrió es con las historias médicas y la muerte de personas en un lapso relativamente corto de tiempo», indicó el ministro, antes de afirmar que no descarta la posibilidad de que los crímenes se remonten a «más de siete años» atrás.

 

Fuentes judiciales citadas por medios uruguayos indican que aunque el domingo, durante los interrogatorios, los inculpados confesaron cinco y once asesinatos cada uno al mostrárseles fotografías, «en ambos casos los enfermeros reconocieron haber perdido la cuenta».

 

Según informa la prensa local, los investigadores de la policía, que comenzó a recibir denuncias de nuevos casos sospechosos, especulan con un número superior a los 200 casos, aunque por ahora se trata solamente de conjeturas.

 

«No vamos a hablar de cantidad de casos, ni de plazos de tiempo hasta que tengamos toda la información, porque este se volvió un tema demasiado sensible como para no ser precisos», se excusó a los medios el comisario inspector San Angel Rosas, coordinador de la Dirección General de Crimen Organizado e Interpol.

 

Gracias a las investigaciones a raíz de una denuncia anónima, el viernes pasado fueron detenidos los enfermeros Ariel Acevedo, de 46 años, y Marcelo Pereira, de 40 años, trabajadores de la Asociación Española, una prestigiosa mutua privada del país, y del Hospital Maciel, de titularidad pública.

 

Un informe del Ministerio de Salud Pública realizado en el Hospital Maciel y reproducido hoy por el diario uruguayo El País afirma que en la Unidad de Cuidados Cardiológicos (UCC), donde se registraron varias de las muertes, hubo un incremento brusco de la tasa de mortalidad durante 2011.

 

El índice de mortalidad oscilaba entre un 3 % y un 4 % de promedio en el último lustro, pero el año pasado se disparó hasta un 12 %.

 

Junto a los enfermeros, que se encuentran en prisión, fue procesada por encubrimiento una enfermera que conocía a uno de ellos. Aunque la justicia descarta por ahora una acción coordinada, la abogada de uno de los enfermeros reconoció que uno de ellos era el padrino de la hija del otro.

 

El móvil de los crímenes, según sus autores, era «dar calma» a las víctimas aunque ese es otro punto oscuro, admitió el ministro, que descartó en principio posibles vínculos entre los asesinos y mafias de tráfico de órganos porque las víctimas eran todas «personas de edad».

 

Por su parte, el ministro de Salud, Jorge Venegas, deberá comparecer el jueves ante el Parlamento para dar explicaciones sobre los controles existentes en el sector sanitario y en las próximas horas está previsto que el juez del caso, Rolando Vomero, difunda el auto de procesamiento de los acusados, que seguramente ofrecerá nuevas luces sobre un proceso que promete ser largo.

 

Fuente: Infobae

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