“Argentina lidera la lucha por los derechos humanos”

El prestigioso luchador por los derechos humanos en Paraguay, Martín Almada, elogió la tarea que se hace para llevar ante la Justicia a los culpables de delitos de lesa humanidad. 

Martín Almada, premio Nobel de la Paz alternativo y prestigioso luchador por los derechos humanos en Paraguay y Latinoamérica brindó anoche una exposición sobre el plan Cóndor y aseguró que “todavía sigue volando” en los ejércitos latinoaméricanos.

A la vez, denunció y pidió que se investigue como partícipe de un delito de lesa humanidad al capitán de Navío Jorge Casas, que firmó en representación de Argentina la adhesión al plan Cóndor, por el que, indicó, perdieron la vida cien mil latinoamericanos.

Almada destacó que  Argentina “es el único país de América que ha podido avanzar en Derechos Humanos, ya que Paraguay tiene mucha memoria, pero estamos en retroceso por falta de justicia”.

“Argentina lidera la lucha por los derechos humanos en el mundo”, completó. En cambio, aseguró que en España persiste el “fascismo, el franquismo” y marcó “un retroceso en materia de derechos humanos el juzgamiento al juez Baltazar Garzón”, quien investigó los crímenes del franquismo

Al mismo tiempo, propuso la creación de un museo argentino-paraguayo de la Memoria, para honrar a los ciudadanos de ambas orillas que compartieron luchas en el pasado y cuyos hijos o nietos viven esos recuerdos.

Almada relató los detalles del hallazgo de los “archivos del horror”, en una comisaría del vecino país, los cuales documentaban las torturas y muertes de ciudadanos considerados “subversivos” hasta 1989. “Cuando me detuvieron me pregunté dos cosas, cómo murió mi esposa y porqué coroneles extranjeros me torturaban en mi país. Así llegue a descubrir el plan Cóndor, impulsado desde Estados Unidos y que pretendía liquidar al comunismo en Sudamérica”, dijo durante su exposición Almada, en el hotel Continental. Lo acompañaron el ministro de Derechos Humanos, Edmundo Soria Vieta y la subsecretaria de esa cartera, Amelia Báez.

A horas del inicio del cuarto juicio por lesa humanidad en Misiones, el activista paraguayo Martín Almada, contó su desgarradora experiencia como preso político hasta el histórico allanamiento a una comisaría de Lambaré donde se encontraron torturas y muertes de ciudadanos considerados “subversivos” hasta el año 1989.

Ante la mirada de quienes fueron víctimas de delitos de lesa humanidad, familiares, además de funcionarios, estudiantes jóvenes y adultos, Almada contó que la dictadura encabezada por Alfredo Stroessner lo comenzó a perseguir en el año 1974, siendo recién egresado de la Universidad de La Plata. “Estando en Paraguay, alfabetizando a familias campesinas, los militares me perseguían porque decían que a mis alumnos los adoctrinaba hacia el marxismo. Estuve detenido 30 días, luego me liberaron por una huelga de hambre que inicié y por la presión de la amnistía internacional”.

Durante su cautiverio, el pedagogo conoció al argentino Amilcar Santucho: “Él estaba peor que yo, lo tenían secuestrado dentro de una habitación que daba a una cocina y había más de 60º de calor por lo menos” y a su vez a una doctora compatriota de apellido Salma: “que habría estado en Candelaria”.

Esta era la característica principal del plan Cóndor. “Se intercambiaban los presos, por ejemplo ciudadanos paraguayos detenidos en Argentina eran devueltos a su país para ser torturados y en Paraguay a mi por haber estudiado en La Plata me preguntaban por estudiantes supuestamente comunistas que cursaban dentro de esa institución. A mi me indagó en mi país un jefe de la policía cordobesa de apellido García Rey”.

Almada ratificó que por los archivos encontrados en 1992, en una comisaría de Lambaré, dan cuenta de 50 mil muertos, 30 mil desaparecidos y 400 mil presos. Entre ellos habría al menos 150 argentinos torturados y asesinados.

 

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