“El modelo económico que hasta ahora funcionó, ya no sirve”

Entrevista exclusiva con el economista y comunicador, Tomás Bulat, quien  advirtió que se terminaron los excedentes ganados tras la devaluación. Consideró que la situación es de crisis, aunque de dimensiones mucho menores a la de 2001. Dijo que el Gobierno sigue sin atacar la inflación.

El reconocido economista y periodista Tomás Bulat brindó ayer la conferencia titulada “La Economía en Sintonía Fina” en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, en Posadas. Previo al evento, que fue organizado por el Banco Columbia junto a la mencionada entidad profesional, sostuvo una entrevista exclusiva con Misiones On Line. El analista advirtió que la coyuntura económica nacional es de crisis, aunque mucho menos grave que la 2001. Consideró que el Gobierno sigue sin hacer nada por detener la inflación y se opuso a las restricciones a las importaciones. Alertó que el retraso cambiario perjudica a las exportaciones.

Misiones On Line: ¿Estamos frente a un cambio de paradigma en la economía nacional?

Tomás Bulat:  Lo que sucede es que el modelo que estuvo funcionando hasta 2011, aun con modificaciones, se terminó. Contaba con muchos excedentes, especialmente de energía y de tipo de cambio. A eso se sumaron los recursos de las AFJPs. Eso se usó todo, se acabaron los excedentes y Argentina tendrá que construir nuevos excedentes, por suerte en un nivel económico alto, con un desempleo muy bajo. Estamos frente a una crisis de una gravedad más parecida a la del Tequila que a la de 2001.

Lo que tenemos que entender es que el modelo que hasta ahora funcionó ya no funciona más.

MOL: ¿Por dónde deberían pasar los cambios?

 TB: El nivel de subsidios que venía dando el Estado no es sostenible en el tiempo. Hay que invertir mucho más en energía y para ello, habrá que pagar lo que vale. Tenemos que bajar la inflación definitivamente, ya no tenemos un tipo de cambio competitivo que nos permita tener inflación. Hay que mejorar la situación fiscal, porque si bien la recaudación es récord, no alcanza para los gastos que estamos teniendo.

MOL: ¿Cuando hablamos de sintonía fina, debemos tomarlo como un eufemismo para ajuste?

TB: Sí, definitivamente, es eso. En argentina, la palabra ajuste tiene connotaciones catastróficas, es como si vos venís ganado un sueldo de 5.000 y de golpe te das cuenta que un par de meses gastaste 5.400. No necesitás ajustar mucho, solo 400. Pero bueno, como la palabra ajuste hace recordar a 2001, que el fue el peor de la historia argentina, la gente tiene en mente eso y no quiere escuchar la palabra ajuste. Pero hay que entender que la situación no es tan complicada, no es que estás endeudado en un millón de dólares y ganas 5.000 por mes.

El peor de los escenarios sería desconocer la necesidad del ajuste y seguir gastando de más.

MOL: ¿Ve algún cambio en la forma en que la Nación maneja la inflación?

TB: No, porque el gobierno no termina de reconocerlo, sigue creyendo que una inflación de 25 por ciento anual es sostenible, de hecho las modificaciones que van a hacer en el Central son justamente para mantener ese nivel de inflación. No veo que vaya a bajar, tampoco la veo creciendo demasiado, este año seguramente cerrará en un rango entre 25 y 28 por ciento.

MOL: ¿Cómo ve las relaciones comerciales de Argentina con sus socios?

TB: Con Brasil es grave la situación, pero tenemos déficit comercial con ellos, con Chile está empezando a ser grave y con ellos tenemos un gran superávit comercial, así como con el resto de Latinoamérica. El 85 por ciento de nuestro superávit nos lo explica América Latina sin Brasil,  entonces me preocupa más la relación con México, Perú, Colombia,  Chile y Bolivia, por ejemplo.

Las medidas para bajar las importaciones me parece que no son sustentables en el tiempo. El  superávit comercial no se logra bajando las importaciones sino subiendo las exportaciones, esto es como una familia, vos podés comprar menos hasta cierto punto, pero si querés vivir mejor la única forma es aumentar los ingresos. El año pasado, lo que más ha crecido es la importación de combustible que lo hizo en 110 por ciento y si querés dólares necesitás exportar soja, para eso hay que comprar combustible, lo que demuestra que muchas veces, para poder exportar, necesitas  primero importar.

MOL: ¿Cómo afectan a la industria nacional el cerrojo a las importaciones?

TB: Definitivamente la está parando. Unos sectores más, otros menos, en ninguno la situación es dramática, pero está afectando. Si producías 100 ahora estas en 96, desde mi punto de vista, innecesariamente.

MOL: ¿Cómo ve la competitividad de las empresas exportadoras?

TB: Está muy mal porque el tipo de cambio está atrasado. Argentina viene teniendo una inflación de 24 o 25 por ciento por año y el tipo de cambio se devaluó un 6 o 7 por ciento. Eso quiere decir que, medido en dólares, Argentina viene acumulando una revaluación de 40 por ciento, por lo tanto la competitividad de muchos sectores, salvo la de la soja, está muy complicada.

 

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