La Caul quintuplicó su facturación en cinco años

La energía es su principal actividad, pero en los últimos años fueron ganando importancia negocios relacionados al agro, como elaboración de fruta abrillanatada. La entidad registró ingresos por más de 22 millones de pesos el año pasado.

La Cooperativa Alto Uruguay Limitada (Caul) logró quintuplicar sus ingresos en los últimos cinco años. Según el balance que presentará la entidad en la Asamblea General Ordinaria el próximo domingo 11 de marzo, su facturación  en 2011 ascendió a poco más de 22 millones de pesos, mientras que en 2006 apenas superaba los 4 millones.  El presidente de la entidad, Fredy Frank, atribuyó la mayor parte de ese crecimiento a la diversificación de las actividades, especialmente aquellas relacionadas con la agroindustria, ya que las tarifas del servicio eléctrico han aumentado en mucho menor medida.

“La inyección económica en alternativas recientes ha logrado un marcado crecimiento que se puede apreciar claramente en las ventas de la entidad y que termina de cimentar su presencia en el Alto Uruguay, transformándola en una institución de potencial tangible y una herramienta indiscutible para el desarrollo de la región”, consideró Frank.

Vale recordar que la Caul nació como una cooperativa eléctrica que progresivamente fue ingresando a los negocios relacionados al agro. Si bien la mayoría de sus ingresos todavía provienen de la distribución de electricidad, cada vez suma más relevancia la parte agrícola.

Actualmente la entidad tiene una planta industrial en Colonia Aurora -donde elabora quesos con leche proveniente de la cuenca de la zona-, fruta abrillantada  fabricada a partir de los cultivos de mamón de sus socios y pickles.  Además tiene un centro de reproducción de alevinos de distintas variedades y comenzó hace dos años con la producción de pollos parrilleros. En la zona de 25 de Mayo opera un supermercado y dos estaciones de servicios.

El ex presidente de la cooperativa, Alfredo Torrado, recordó que “tomamos la decisión de incursionar en otras actividades además de la distribución de energía eléctrica. Fuimos saliendo adelante con lo que vemos ahora como la estación de piscicultura y la envasadora de frutas, que en aquel tiempo se hablaba de la envasadora de ananá porque solamente se trabajaba con ese producto”, remembró.

La decisión “nos fue dando buen resultado, teníamos muy buenas relaciones con el gobierno y recibimos incluso ayuda para poder encarar estos proyectos,  que con el paso del tiempo, más allá de los problemas que implica una nueva actividad, con el paso del tiempo se nota que no nos equivocamos en el camino elegido”, dijo. Aunque al principio no estaba muy de acuerdo con la diversificación, Torrado, reconoció que fue un acierto.

 

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