Destacan el fuerte posicionamiento en las góndolas misioneras de Aguas Misioneras

El agua mineral natural envasada se ha transformado en una actividad muy rentable en la Argentina. En la actualidad, el promedio de consumo es de 25 litros per cápita al año, informaron desde la empresa.

Esto implica que en el país se venden unos 1000 millones de litros anuales de agua envasada. El sector, controlado por Danone, Nestlé y Quilmes, movía hace un lustro unos 1500 millones de pesos anuales.

 

“Nuestro interés es seguir creciendo y atendiendo todos los pedidos que tenemos”, acotó Álvez Correa. “No sólo queremos estar en Puerto Iguazú o en Posadas. Paso a paso vamos cubriendo toda la extensión de la provincia: desde los hoteles y restaurantes de Posadas hasta la Cruz de Santa Ana, pasando por pueblos y localidades de la ruta 14 y de la ruta 12. Agua de las misiones quiere crecer con el pueblo de la provincia”.

 

La demanda de agua envasada para dispensers creció casi al mismo ritmo que la del agua mineral. El volumen de consumo mensual va desde los cinco bidones de 20 litros, en una familia tipo, a cantidades industriales como en el caso de las grandes empresas. “Aunque atendemos un segmento de agua con dispenser (el de las oficinas estatales), nuestro interés está fijado en el desarrollo de las presentaciones en envases de medio litro, de 1.500 centímetros cúbicos y los nuevos envases que esperamos presentar pronto a los consumidores”.

 

Susana Socolovsky, consultora internacional en alimentos y experta en

regulaciones alimentarias, admitió que el agua envasada es uno de los mejores negocios de los últimos años, pero insistió en que es totalmente válido y no un mero aprovechamiento de las empresas, porque surge como una exigencia del propio mercado. “Son los mismos consumidores los que piden todo aquello que se relacione con lo saludable, los que prefieren pagar por el agua antes que por una gaseosa, aquellos que consumen alimentos funcionales. Claro que esto se aplica al segmento de la población con recursos para comprar agua. Los demás deberían saber que el agua de la canilla, siempre que los tanques estén desinfectados, se puede tomar perfectamente”.

 

Para entender que Agua de las misiones es un agua mineral natural, conviene conocer la categorización existente:

Mineral: es de origen subterráneo, se puede extraer por perforaciones o de manantial. Contiene minerales y no recibe ningún tipo de tratamiento. Tiene que ser envasada en su lugar de origen, que debe figurar en la botella.

Mineralizada: surge de estratos superficiales o no protegidos y es tratada de manera industrial para quitarle algunos compuestos y agregarle minerales permitidos.

Purificada: agua superficial o subterránea que ha sido tratada para que

resultara apta para el consumo humano. Sólo se diferencia del agua de la canilla en la manera en que es distribuida (en botellas) y en su precio.

Potable: también surge de estratos superficiales o no protegidos, y es tratada y depurada para su uso público o domiciliario. Se distribuye a través de tuberías y con empresas concesionadas.

“Uno encuentra en el supermercado botellas de todos los tamaños y formas, botellas que hasta quedan lindas en el escritorio de la oficina, algo que no sucede con ninguna otra bebida”, comparó Socolovsky. Las empresas saben que el consumo de agua embotellada irá en aumento; de ahí que sigan concentrando sus energías en ofrecer cada vez más alternativas.

 

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