La ANMAT les aconsejó consultar con cada médico, luego de que el Ministerio de Salud de Francia le pidiera el viernes a 30 mil mujeres que se quiten las prótesis marca PIP por precaución. El problema surgió porque tienen un gel de uso no médico.
Horas después de que las autoridades francesas les recomendaran a miles de mujeres sacarse las siliconas marca PIP porque tienen un gel industrial de uso no médico, en Argentina la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) exhortó a unas 13 mil mujeres que tienen esas mismas prótesis mamarias a que consulten con cada médico. Y también a que mantengan los controles sobre la situación del implante.
A través de un comunicado, la ANMAT reiteró “la importancia de la consulta médica, a fin de programar controles periódicos de la situación del implante y la salud de las portadoras». Esto en relación con las siliconas fabricadas por la empresa francesa Poly Implant Protheses o PIP, según señala el texto publicado en el sitio web del organismo nacional.
Además, la ANMAT le recomendó a los médicos notificar todos los eventos que pudieran detectarse en dichos controles a las autoridades.
Las PIP fueron prohibidas en Argentina en abril de 2010, días después de que el gobierno francés tomara una decisión semejante luego de que se descubriera que las prótesis estaban llenas de un gel de uso industrial de bajo costo.
En este sentido, el viernes por la mañana las autoridades francesas recomendaron que unas 30 mil mujeres con PIP se sometan «preventivamente y sin urgencia» a una operación para que se les retiren las prótesis.
Si bien el comunicado no informa la cantidad de personas que se implantaron este tipo de prótesis, varios abogados defensores de mujeres con esas siliconas le dijeron al diario Clarín que se calculan en unas 13 mil. Por su parte, la abogada Mariana Gallego, quien representa a varias pacientes a las que se les rompieron los implantes, estimó que se trata de unas 15 mil mujeres.
«Por lo menos 15 mil prótesis fueron colocadas, teniendo en cuenta que ése es el número importado según cifras del ANMAT. Estas siliconas fueron muy utilizadas porque eran mucho más económicas, y además los profesionales confiaban porque Francia es un país con fuertes controles sanitarios», afirmó Gallego.
La letrada reveló que más de un centenar de mujeres se acercaron a su estudio por el problema, y actualmente cinco de ellas están litigando antela Justiciapor rotura de las prótesis. «En los juicios se apunta como responsables a la empresa importadora Proestética SA, y también a la ANMAT porque falló en su deber de control», señaló la profesional del derecho.
Por otra parte Mauricio D’Alessandro, socio de Gallego en el estudio jurídico y también diputado bonaerense, presentó un proyecto de ley para que las mujeres que quieran extraerse las prótesis puedan hacerlo de manera gratuita, tanto en instituciones privadas como públicas.
Precisamente, ésta fue otra de las medidas anunciadas este viernes en Francia. El Estado de ese país se hará cargo de los costos de las cirugías para quitar los implantes, y en caso de que las prótesis se hayan puesto a raíz de un caso de cáncer, también cubrirá el remplazo de las mismas. Pero cuando se trate de una cuestión meramente estética, el costo del reemplazo y las nuevas prótesis deberán ser pagadas por las interesadas.
