La tendencia de realizar compras navideñas fuera del circuito alternativo va cobrando nuevos matices. Ayer la Bajada Vieja cerró sus calles al tránsito y las abrió al arte popular.
De la misma forma que el circuito de las Ferias Francas fue cobrando ímpetu hasta imponerse como una verdadera alternativa “del productor al consumidor”, las ferias de indumentaria, accesorios, libros y muebles usados, es un fenómeno que empieza a despertar en nuestra ciudad.
Si la “feria del Racing” ha logrado volcar un gran número de consumidores de frutas, verduras, carnes y lácteos, aprendiendo a convivir con los comercios “formales” del centro posadeño, el circuito de diseñadores independientes va encontrando la forma de llegar a más público. Hace un par de semanas el evento Happening!2 transformó al tradicional barrio en un circo con todo tipo de actores, lo que motivo a un grupo de artistas, músicos y artesanos locales a realizar un nuevo emprendimiento con un formato similar. “La idea es, poco a poco, convertir a la Bajada Vieja en una alternativa cotidiana para acceder a la cultura popular”, relató Bondi Magán, cabecilla del emprendimiento. Un horario “amable” para con los vecinos (de 15 a 22 hs), el beneplácito de los comerciantes locales que vendieron bebidas y alimentos como nunca, y el loable esfuerzo de los organizadores que se preocuparon de contar con baños químicos para toda la concurrencia, convirtieron al evento en un agradable paseo de compras para regalar en navidad.
Del autor al arbolito de navidad. Por unas Felices Ferias… y con menos intermediarios.
