A las 14 del miércoles se cortaron la luz y el agua. Ayer se restableció la energía pero persistían problemas con el agua. Emsa atribuyó el corte a una avería en un cable de media tensión
Los vecinos de Garupá debieron afrontar el días más caluroso del año sin luz ni agua. La energía se interrumpió pasadas las 14 del miércoles, por la avería de un conductor prensamblado de la línea que une a la estación transformadora Posadas con la Garita, según informaron desde Emsa. Poco más tarde, también se cortó el servicio de agua potable, por falta de energía para el bombeo.
Indignados por la falta de dos servicios básicos, justo en la noche de mayor temperatura en lo que va del año, vecinos del barrio Santa Helena cortaron en la noche del miércoles la ruta 105 en reclamo de la normalización del servicio.
Según indicó el intendente de Garupá, Luis Ripoll, el servicio de energía eléctrica comenzó a restablecerse desde las 5,30 de ayer, pero recién se normalizó completamente a las 15.
Más retraso lleva el restablecimiento del servicio de agua, según el jefe comunal de Garupá, para la normalización total de esta prestación, habrá que esperar dos días desde el momento en que se restableció la energía eléctrica, lo que ocurriría recién hoy.
“Nos acercamos a Samsa, hablamos con técnicos de esa firma, quienes nos comentaron que cuando los cortes de luz son prolongados, el sistema de distribución de agua se resiente y demora restablecerlo porque antes hay que purgar todo el sistema de cañerías”, dijo Ripoll.
Para paliar la situación, Samsa recurrió al abastecimiento desde otros puntos, como la chacra 58 y la perforación del barrio Itaembé Miní. “Los vecinos de Santa Helena ya venían sufriendo problemas con el agua. Se había roto un caño de la toma de Villa Lanús, de la cual se alimenta el servicio de Garupá. Luego se sumó falta de electricidad para el bombeo”, indicó el intendente.
Fallo imprevisto
Desde Emsa aseguraron que el corte que sufrió Garupá se generó por una avería imposible de predecir. Relacionaron el inconveniente con los altos niveles de consumo registrados por estos días. Aseguraron que el sistema está preparado para soportar la carga de trabajo aún en los días de mayor consumo, pero reconocieron que en esas condiciones resulta más difícil manejar imprevistos.
“Reparar las averías indicadas demandó horas de trabajo intenso. Inconvenientes como el señalado en épocas de baja demanda hubiese sido imperceptible, pero en momentos de alta demanda, las reservas son nulas, lo que provoca ante un imprevisto como el descripto, tener una muy baja capacidad de maniobra”, señalaron.
