En medio de los festejos findeañeros, todos brindan y se abrazan. Pero hay alguien en la casa que no la pasa nada bien: las mascotas. El médico veterinario Carlos Romagoza, titular del Imusa en Posadas, en diálogo con Radio Libertad advirtió que si bien todos los animales son sensibles a los ruidos fuertes, los perros son los más afectados debido a su delicado sistema auditivo, cuatro o cinco veces más potente que el del ser humano. Los perros sufren de ataques de pánico y de ansiedad, los cuales a veces los hacen reaccionar de formas inesperada.
Carlos Romagoza, director del IMUSA en Radio Libertad
Los animales pueden resultar afectados por los ruidos de los fuegos artificiales que se lanzan durante esas celebraciones y por eso es necesario protegerlos. La pirotecnia pone en riesgo a las mascotas, principalmente a los perros y los gatos que son hipersensibles al sonido de los fuegos de artificio. Muchos animales reaccionan con gran nerviosismo, rompiendo objetos de las viviendas o fugándose de las casas en su afán de resguardarse del ruido.
El médico veterinario Carlos Romagoza titular del IMUSA de Posadas en diálogo con Radio Libertad advirtió que si bien todos los animales son sensibles a los ruidos fuertes, los perros son los más afectados debido a su delicado sistema auditivo, cuatro o cinco veces más potente que el del ser humano. Los perros sufren de ataques de pánico y de ansiedad, los cuales a veces lo hacen reaccionar de formas inesperadas.
Entre las medidas que pueden tomarse para protegerlos, se recomienda:
1- Que hagan actividad física los días previos a las fiestas
2- Preparar una especie de «refugio» en algún lugar de la casa con el que esté familiarizada y equipar este espacio con agua, comida y sus juguetes habituales.
3- No tirar fuegos artificiales cerca de los lugares donde se encuentran las mascotas
4- En casos extremos en que es necesario medicar a las mascotas, por la imposibilidad de darles un refugio seguro lejos de los ruidos, hacerlo siempre con prescripción medica, ya que es necesaria la ayuda profesional de un veterinario para saber que medicación dar a la mascota y en que dosis.
El ruido es el mayor trastorno para las mascotas: genera estrés, ansiedad e incluso cambios de comportamiento repentino. Se estima que los perros y los gatos escuchan cuatro a cinco veces más que las personas el sonido de una explosión. Según los veterinarios, estos ruidos son percibidos como factores extraños que irrumpen en el ambiente habitual de los animales, provocándoles desorden y desorientación.
Por ello, el número de consultas aumenta drásticamente para estas fechas y también se incrementa la cantidad de animales perdidos. Muchas mascotas se esconden debajo de una cama o dentro de algún armario. Haga lo que haga la mascota, hay que respetar su decisión y no se le debe insistir para que salga porque en su refugio se siente segura. Al día siguiente volverá a la normalidad.
Romagoza destacó que en los últimos años ha cambiado mucho le trato del posadeño hacia sus mascotas, se ha mejorado mucho en la responsabilidad de los propietarios con sus mascotas.
