El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y la Cooperativa misionera de Productos Regionales Cabure-í realizaron unos primeros ensayos para lograr que los restos de la producción de mandioca sirvan para hacer harinas, forrajes y otros productos.
Desde el Instituto destacan que “la iniciativa de armar una planta de elaboración de mandioca surgió de la necesidad de buscar emprendimientos alternativos a la cosecha de tabaco, asociada con diferentes patologías”.
En esa línea, y tratándose de la actividad principal de la zona, el desafío –reconocen- es complejo. “Además de los daños a la salud derivados del tratamiento de los cultivos con agroquímicos, el tabaco centraliza toda la vida doméstica, no deja margen económico para crecer ya que absorbe la mayor parte de la capacidad de trabajo de los productores”, explicaron.
La mandioca es un arbusto originario de América cuyo cultivo se encuentra muy difundido, particularmente entre las familias de menores recursos económicos ya que es un componente importante del autoabastecimiento alimentario. Su raíz es fuente de hidratos de carbono, además de calcio, potasio, magnesio y fósforo.
La propuesta consiste en generar una Planta de Procesamiento de Mandioca, con una sala de elaboración de alimentos y espacio para la comercialización. Se espera generar 14 nuevos puestos de trabajo que beneficiarían de manera directa a la Cooperativa de Productos Regionales Cabure-í compuesta por cuarenta familias campesinas que, en la actualidad, concentran su actividad principal en el cultivo de tabaco, la que complementan con trabajos temporarios en la cosecha de yerba mate, o en las plantaciones forestales.
El proyecto apunta principalmente a agregar valor a un producto de alto consumo en la zona del nordeste argentino, como es la mandioca, mediante un proceso industrial.
La instalación de la planta se realizará en un paraje ubicado en la zona del municipio Comandante Andresito en la provincia de Misiones y permitirá un aprovechamiento integral del cultivo. Se espera obtener harina y fécula, forraje y alimento balanceado y, en una etapa más avanzada, panificados.
