Para la prensa: “Martín Benítez, el nuevo diamante Rojo”

CRECER DE GOLPE. EN OCTUBRE BENÍTEZ JUGABA EN LA SEXTA, EL 19 DE NOVIEMBRE DEBUTÓ EN PRIMERA ANTE OLIMPO. ME PASÓ TODO MUY RÁPIDO, SOSTIENE.

CRECER DE GOLPE. EN OCTUBRE BENÍTEZ JUGABA EN LA SEXTA, EL 19 DE NOVIEMBRE DEBUTÓ EN PRIMERA ANTE OLIMPO. ME PASÓ TODO MUY RÁPIDO, SOSTIENE.

Es misionero, tiene 17 años, lleva cinco partidos en Primera, sólo dos de ellos como titular. Y dos goles.

 

 

Su rostro refleja frescura, inocencia. Desde sus ojos se ven esas ganas ilimitadas de aprender, de superarse, de resolver los desafíos que le pone la vida en su camino. El que transmite todo eso y mucho más es un chiquilín de 17 años. Se llama Martín Benítez. Es misionero y con un puñado de minutos en el fútbol VIP, apenas 235, es el encargado de multiplicar las ilusiones en Independiente.

Esa inocencia se modifica vertiginosamente cuando se larga a correr detrás de una pelota. Ahí no hay inocencia que valga. Es pícaro, atrevido, encarador, irreverente. Esas cualidades, en definitiva, más la opinión de Enrique Borrelli, coordinador de fútbol amateur, despertaron el interés de Emiliano Díaz. El hijo le dijo al papá Ramón que “hay un pibito que promete”. Rápidamente lo citaron para entrenarse con el plantel profesional. Y ahí comenzó la historia…

En 2008, antes de venirse a probar al club de Avellaneda (tuvo una prueba fallida en Boca), se entrenaba en el club La Picada, en Misiones. En julio de este año jugó en Holanda un amistoso contra el famoso Ajax: la Reserva de Independiente perdió 5 a 1 y el gol para no quedar “zapatero” fue de él. En octubre jugaba en la sexta división. Y a mediados de noviembre, ante Olimpo, tuvo su estreno en sociedad. “Me pasó todo muy rápido. Ramón me habló el primer día que entrené con los grandes. Me pidió tranquilidad y me remarcó que me iba a llevar despacito. Después me pasó todo a una velocidad increíble, el debut, el gol a Newell’s, el de cabeza en el clásico a San Lorenzo”, repasó Benítez en una charla con Clarín.

Muchos te comparan con el Conejito Saviola y otros con el Kun Agüero…

Noo… Es una exageración. Ellos llegaron al fútbol grande y lograron mantenerse años y años en el máximo nivel. Yo recién estoy dando los primeros pasos en esto.

¿Cuántas veces pensaste en largar todo y pegar la vuelta para Misiones? Ufff ¡Varias veces! Al principio me costó todo muchísimo. Extrañaba. Lloraba. Me quería volver. Fue durísimo. Creo que no largué todo por la contención que me daban por teléfono mi mamá y mi papá. Mi tío Leopoldo también fue fundamental: él me consiguió la prueba en Independiente porque conocía a Pancho Sá y me hizo la gamba varias noches en la pensión del club. Ahora, con la ayuda de todos los integrantes del plantel, todo se me hace más sencillo. No me voy a cansar de darles las gracias. Ellos me marcan las cosas que debo mejorar y me dicen y repiten que no pierda la humildad, que no despegue los pies de la tierra.

Cinco partidos, dos de titular y dos goles. Buen promedio, eh…

Ojalá pueda mantener ese promedio el año que viene. Sería estupendo.

¿Qué gol te emocionó más, el de lejos a Newell’s que valió un empate o el de cabeza a San Lorenzo? Los dos… Están parejos. El primero será inolvidable. Es algo que soñé desde muy chico. Y el del clásico también le doy mucho valor, porque pese a mi metro setenta y uno, pude ganar en lo alto y además porque sirvió para ganar el último clásico del año.

¿Qué deseo vas a pedir en estas Fiestas? Ya no puedo pedir nada más. Quiero disfrutar de esto tan lindo que me está pasando. Mi deseo es no aflojar y dar una vuelta con el Rojo. Ojalá Dios me siga ayudando.

 

(clarín.com)

 

 

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