Un automóvil con cuatro jóvenes abordo se desbarrancó y volcó a un costado de la calzada generando el deceso de dos de los ocupantes además de cuantiosos daños en el rodado. Otras dos personas terminaron con lesiones graves.
En la mañana de ayer se originó un trágico episodio en un tramo de la Ruta Provincial Nº103 en la localidad de Mártires, cuando un automóvil Renault Clío con cuatro ocupantes se despistó y terminó en un barranco. Dos de ellos murieron casi en el acto mientras que los restantes finalizaron con lesiones que serían de gravedad, por lo que hasta anoche seguían internados en un hospital obereño.
Una de las víctimas fatales fue identificada como Darío Alexis González, de 20 años, domiciliado en Garupá, quien era cadete de segundo año de la Escuela Superior de Policía “Gral. Manuel Belgrano” de la provincia. La otra persona que perdió la vida fue Agustina Salomé Varela, una estudiante de 20 años oriunda de Posadas, ambos murieron en el acto tras debido a los fuertes traumatismos que sufrieron, según fuentes policiales.
El despiste se produjo sobre la ruta provincial 103 a pocos metros del puente sobre el Arroyo Mártires y la Policía no informó sobre las causas del mismo. Por su parte, Luciana Arias, de 20 años y Gastón Trinidad de 21, ambos de la capital provincial, que también viajaban en el rodado, resultaron con heridas de distinta consideración y fueron trasladados hasta el Samic de Oberá y su estado de salud, según las informaciones médicas, es reservado, aunque adelantaron que en las próximas horas serían derivados a Posadas para una atención más compleja.
De acuerdo a los primeros indicios del fatal accidente, todo se originó cuando los jóvenes venían de alguna fiesta en la capital del Monte y por razones desconocidas, el conductor del Renault Clío de color negro, quien aparentemente era Darío González (20), perdió el control del rodado a unos 150 metros del puente sobre el arroyo Mártires, se cruzó de carril y terminó volcando sobre una zona de barranco, piedras y malezas, quedando en posición invertida, con el vehículo totalmente destrozado.
Cuando arribó personal policial de la comisaría local halló a González sin vida, a varios metros del Clío, mientras que los demás ocupantes aún se encontraban en su interior, por lo que fueron retirados del vehículo; pero la joven Varela a los pocos minutos también dejó de existir.
Los cuerpos de ambos, como así de los sobrevivientes, debieron ser sacados por los bomberos que tuvieron que cortar los hierros retorcidos del automóvil.
