El ministro de Educación se refirió a los cambios en la conducción del CGE y confió en que serán positivos. Además habló de los desafíos para el 2012, la implementación de la ley de Educación Sexual y la responsabilidad de los gremios.
El ministro de Educación, Luis Jacobo habló de los resultados del primer operativo censal de evaluación de la calidad educativa que se hizo en todo el país y que muestra mejoras en los niveles de aprendizaje en Lengua, Matemática, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales. Además habló de los desafíos para el año que viene, la situación del Consejo General de Educación, los reclamos salariales y la implementación de la Ley de Educación Sexual.
¿Cómo evalúa los resultados en Misiones del examen nivelatorio que se hizo en todo el país?
Todavía no contamos con los datos precisos, pero en principio estamos satisfechos con los resultados. Todo el país ha mejorado en general y el Nea en particular llevando rendimientos que antes estaban en el nivel bajo, al nivel medio, mejoró en un 30 por ciento. Se evidencia una recuperación excelente del sistema educativo porque hay que sumar la inclusión en el nivel medio, chicos que estaban fuera del sistema y que hoy están en las aulas. La escuela empieza a reproducir lo que pasa en la sociedad, ya no hay escuela de chicos ricos y de chicos pobres. La escuela es una herramienta que hay que utilizar para revertir situaciones socioeconómicas.
Asume un nuevo período ¿cuáles son los desafíos?
El eje central es el alumno. Debe ser el centro, pieza fundamental del análisis de la educación. Sigo sosteniendo que el aula es un ámbito que debe morigerar las desigualdades. El 2012 viene muy bien, la Nación profundiza su política educativa y la alfabetización digital se suma a las escuelas primarias, se abordarán temas pedagógicos, capacitación, la implementación de la educación sexual, entre otros temas.
¿Su posición sobre los reclamos salariales?
Esperamos una actitud distinta de los pocos sectores que tuvieron una posición intolerante, poniendo en riesgo el derecho de los chicos a la educación, creando situaciones de conflicto que se pueden resolver conversando. Los invito a que repensemos, a que coloquemos a los chicos en el centro del esfuerzo. Si no ponemos al alumno en el centro de la escena estamos equivocados. La Presidenta ha sido muy clara, existe el derecho de los trabajadores a reclamar, pero no se puede ejercer chantaje, ni se puede presionar poniendo otros derechos en tela de juicio, no puede haber diálogo en situaciones de extorsión. Podemos discutir, conversar, no estar de acuerdo, pero nunca desde un corte de ruta o con una escuela cerrada.
Sabe que despierta mucha expectativa la implementación de la ley de Educación sexual.
Sí. Misiones tiene una ley propia que se aplicará en conjunto a la nacional. Dividimos la enseñanza en núcleos, y estos núcleos buscarán tener en cuenta la diversidad de visiones, de culturas, de historias según la región, según las confesiones religiosas, y se analizarán y considerarán estas diferencias para que, sin que se pongan en riesgo los contenidos, busquemos el modo de que ingrese a la escuela con facilidad y que no provoque resistencia.
¿Confía en que serán positivos los cambios en el Consejo General de Educación?
Estoy confiado en que se vienen cambios positivos. Los problemas no son tan complejos de resolver, ni hay situaciones de irregularidad masiva. Tenemos vicios que venimos arrastrando desde hace mucho tiempo, el clientelismo político no es una novedad en nuestras organizaciones, a veces del Estado y probablemente justo sea ese ámbito donde se ha dado en estos años. Probablemente se tengan que tomar decisiones políticas importantes, como las incompatibilidades, los débitos laborales. La organización tiene que recuperar su rol protagónico como administrador de las escuelas, un hombre con el perfil del contador Safrán a mí me da confianza de que eso sucederá, el docente tiene que encontrar en el CGE la respuesta a sus problemas. Los problemas se irán corrigiendo paulatinamente aunque nada tiene porque demorar demasiado.
