La empresa dejó cesantes sin goce de haberes a sus 800 empleados. Muchos de ellos en Posadas. De concretarse la iniciativa, sería una de las cooperativas más grandes del país.
Productora Alimentaria SA, la empresa que fabrica la tradicional línea de gaseosas Naranpol, dejó cesantes sin goce de sueldo a sus 800 empleados. Los obreros comenzaron una serie de reclamos que derivaron en la toma de la fábrica, en la capital santafesina, y con el apoyo del Sindicato Único de Trabajadores de Aguas Gaseosas (SUTIAGA) comenzaron los trámites para convertir la fábrica en una cooperativa.
“Estamos pidiendo la intervención judicial para que le retiren la empresa a los propietarios”, explicó Cristian Farielli, delegado del gremio. “Nos quieren robar la empresa”, replicó a su vez Martín Galán, heredero y propietario de la fábrica, en una conferencia de prensa donde defendió su rol en el conflicto.
Desde que hace un año falleció Carlos Galán, fundador de Naranpol, la compañía contrajo deudas por al menos cinco millones de pesos, según los registros del Banco Central.
Los trabajadores ven la acumulación de estos cheques sin fondos como un intento de vaciamiento. “Ahora nos quieren culpar a nosotros de los errores que cometieron ellos”, comentó Farielli.
Los propietarios, por su parte, sostienen que la crisis comenzó «hace cuatro años» y fue provocada por los “incesantes bloqueos de las protestas sindicales” a las distintas plantas que la empresa tiene en todo el país.
El juez Sodero, a cargo de la causa, ordenó una veeduría para constatar lo ocurrido en el último año, mientras los obreros manifiestan frente a los tribunales santafesinos pidiendo que la Justicia habilite la formación de una cooperativa lo antes posible. Esto no sería tarea fácil, ya que de este modo, se conformaría la cooperativa de trabajo más grande del país, con 800 miembros en su nómina.
Política y gaseosas. Mientras que Antonio Bonfatti, el flamante gobernador santafesino, lo señaló como el conflicto laboral más importante de la provincia, el mandatario saliente saliente, el socialista Hermes Binner, opinó que es «un problema entre privados». Su ministro de Trabajo, Carlos Rodríguez, fue más elocuente al decir que Carlos Galán “debe tener ganas de levantarse de la tumba para ver qué están haciendo sus hijos”.
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