Una de las líderes mundiales en tecnología en fábricas de almidón, la brasileña EBS, y una empresa misionera con más de 50 años de experiencia en el ramo, pondrán las máquinas y su know haw para manejar el complejo de San Pedro. Anticipan que se ampliará el mercado para el producto elaborado en base a mandioca.
Una de las empresas líderes en todo el mundo en materia de montaje de fábricas de almidón de mandioca avala la planta que se está construyendo en San Pedro. Se trata de la brasileña EBS, que participa no sólo como proveedora, sino como inversora directa, papel que comparte junto a la firma Misionera, San Pedro Raíces, de la familia Graef, pionera en esta actividad en la región.
El compromiso establecido por estas empresas con la Provincia, que en el marco de un convenio de esfuerzo compartido ya invirtió más de 8 millones de pesos en la construcción de la obra civil, es poner alrededor de 10 millones de pesos en equipamiento para producir 200 toneladas de almidón de mandioca por día. Pero el presidente de EBS, Waifried Schurt, redobló la apuesta y aseguró que entre las dos empresas prevén poner 5 millones de dólares (unos 21,5 millones de pesos al tipo de cambio del miércoles) en dos etapas, para producir 400 toneladas por día. “Estamos convencidos que esta planta va a ser noticia en la región y el mundo”, disparó.
La participación directa de EBS en el proyecto de San Pedro, garantiza el respaldo de una firma definida como “fábrica de fábricas” ya que su metié es la producción de máquinas para plantas industriales elaboradoras de almidón, especialmente de mandioca. Sus equipos están presentes en plantas de países tan distantes como Costa de Marfil, Estados Unidos, Nigeria, Venezuela, Colombia y más cercanos como Brasil y Paraguay. Además operan un complejo industrial considerado modelo por su alta tecnología, en el estado brasileño de Mato Grosso do Sul.
El empresario del vecino país basa su optimismo en dos factores: el fuerte apoyo del Gobierno provincial tanto al proyecto cuanto a la conformación de una cuenca productiva y en el comportamiento del mercado, que garantizaría una creciente demanda para el almidón en el futuro.
Indicó que el año próximo Europa dejará de subsidiar la elaboración de almidón de papa, producto extensamente utilizado en la industria alimenticia tanto en el mercado nacional como en el resto del mundo.
“El almidón de papa va a aumentar de precio, eso nos dará a los que trabajamos con mandioca a ofrecer nuestro producto como alternativa, pero tenemos que producir con la misma calidad que los europeos, sino no vamos a vender”, consideró.
Otro nicho de mercado creciente para el producto que se elaborará en San Pedro es el de los almidones modificados que tienen un amplio espectro de usos, tanto en la industria de alimentos, cuanto en la de químicos, especialmente pegamentos.
Schurt conoce de cerca ese segmento, ya que su planta de Mato Groso do Sul se especiliza en almidones modificados. “Tenemos mucha tecnología para abastecer con productos orientados a las industrias alimenticia, papelera y textil y constantemente buscamos desarrollar nuevos productos”, indicó.
“Arrancamos en 2012”
A la hora de hablar de plazos, el brasileño aseguró que las primeras máquinas para comenzar a producir estarán en San Pedro antes de la mitad de 2012, pero advirtió que el avance del proyecto y la realización de la segunda etapa dependerá del crecimiento de la cuenca productiva de mandioca.
En ese punto también fue optimista, destacó el apoyo financiero estatal que permitió un rápido crecimiento en la superficie plantada. Según el subsecretario de Industria de la Provincia, Héctor Rodríguez, se entregaron subsidios con fondos nacionales por 1,7 millones de pesos a más de 200 productores y la Biofábrica puso 300.000 plantines de mandioca en manos de los productores.
Ese apoyo permitió elevar de 500.000 en 2008, a 4.000.000 en 2011, la cantidad de kilos de mandioca producidos por esa cuenca. Pero para mantener trabajando a pleno a la planta será necesario multiplicar por diez esa cifra.
Más de 50 años produciendo en Misiones
La pata empresaria misionera en el proyecto de San Pedro es la firma San Pedro Raíces, cuya cara visible es Dante Graef, hijo de Otto pionero en la producción de fécula de mandioca en la región. “Hace más de 50 años producimos fécula de mandioca en puerto Rico, mi padre comenzó de manera artesanal. En 2003, a partir de la devaluación vimos nuevas posibilidades, antes sufríamos por la competencia con Brasil”, relató.
Mejorar la tecnología fue el primer desafío. “Después de tener que pelear con una planta poco eficiente nos dimos cuenta que la viabilidad de un proyecto está directamente relacionada con la tecnología que usa. En 2004 nos pusimos en contacto con empresas de Brasil y la que mejor nos resolvió nuestros problemas fue EBS”, recordó Graef
El empresario reconoció que la fuerte apuesta realizada por el Gobierno provincial que se hizo cargo de la obra civil, abrió para su empresa una oportunidad irrepetible. Destacó que la estructura montada por la Provincia permite albergar a una planta modelo. “Tenemos espacio, energía, agua abundante y sectores destinados al tratamiento de efluentes”, enumeró.
Entre los factores a mejorar, señaló la necesidad de poder a disposición del productor las variedades de mandioca que tengan mayor rendimiento de fécula y de volumen. “De eso dependerá la rentabilidad para el productor y con ello su interés en abastecernos”, reconoció.
